La Academia Nacional de Medicina de los Estados Unidos emitió una alerta para que el mundo se prepare ante la posibilidad de una nueva pandemia, ya no de coronavirus, sino de influenza, como la de 1918 a 1921 que a nivel mundial cobró la vida de al menos 50 millones de personas.
El Covid-19, en cifras globales, ha matado a 5.1 millones de personas en el planeta, y alertaron los científicos de que, en caso de una gripe como la de hace 100 años, la desgracia podría ser mayor de lo que tenemos con la pandemia actual.
Por ello, se ha recomendado que desde ahora inicie un programa de desarrollo de vacunas que permita generar las suficientes a fin de que países de medianos y bajos ingresos puedan acceder a ellas a tiempo y no depender de las naciones con más recursos.
“Es difícil predecir cuándo se producirá una nueva pandemia de gripe”, dijo la Academia de Medicina en el país del norte, pero agregan los especialistas que “es seguro que ocurrirá”.
Ante este posible panorama, se debe desarrollar una vacuna universal contra la gripe que proteja a las personas contra las cepas actuales y futuras de la enfermedad.
Es de mencionar que las vacunas actuales deben reformularse con regularidad y ajustarse cada año, pues no protegen contra nuevas cepas emergentes.
Uno de los informes de esta Academia norteamericana sugiere a los gobiernos de distintos países tener de 4 a 8 mil millones de dosis de la vacuna contra la influenza listas para usar, ya que la preparación debe ser un compromiso continuo, y no únicamente en tiempo de crisis.
El Dr. Victor Dzau, presidente de la Academia Nacional de Medicina, reconoció que el Covid-19 ha permitido el surgimiento de nuevas capacidades, tecnologías, colaboración y políticas, y esto es lo que debe aprovecharse para implementarse acciones antes y durante la próxima pandemia de influenza.
Asimismo, destacan el uso del cubrebocas para evitar este tipo de contagios, pues la actual época de influenza ha dado muy pocos casos gracias al uso de estos artículos y el distanciamiento físico.
“Los cubrebocas serían simples y rentables durante la próxima pandemia de influenza. Las instancias de salud pública deberían exigir su uso, cuando lo justifique la gravedad e incidencia de la influenza”.
