Por Jorge Moreno
Hoy hablaremos de un caso que ocurrió en el municipio de Dzidzantún, en el domicilio de una familia que por el momento prefiere guardar el anonimato, viven cerca del centro y me contactaron porque afirmaban que en la sala y en uno de los cuartos de la vivienda veían una silueta fantasmal, la cual ya habían identificado.
De acuerdo con el jefe de la familia, esa casa se las heredó su suegro, quien a su vez la obtuvo de su abuelo, por lo cual es muy antigua y de acuerdo a lo que se ha contado, este último era un brujo que al principio hacía magia blanca pero después empezó a realizar magia negra:
“Y fue precisamente así como se murió, ya que un brujo más poderoso lo hechizó y este se murió de forma extraña en su habitación en la casa en donde vivimos, pues bien, desde hace al menos diez años, cada vez que es aniversario de su muerte
(22 de agosto) vemos su silueta deambular por toda la casa al menos tres días, mi esposa ya lo ha reconocido plenamente, al principio se asustaba, pero luego al ver que este no hacía nada ya no le teme”, explicó.
Por desgracia esta familia nunca ha podido captar una evidencia de este señor ya sea en foto o en video y cuando me contactaron hace unos días, ya había pasado su aniversario luctuoso, del cual afirman también lo vieron; por lo tanto será hasta el próximo año en que regrese con cámaras y equipo para tratar de documentarlo, la familia ya lo ha autorizado.
Esta familia me contactó a raíz de que hace un tiempo publicamos un caso paranormal ocurrido precisamente en Dzidzantún,y que se le conoce como “la llegada de las ánimas”, lo cual ocurre precisamente a partir del primer día del mes de octubre.
Puede ver ánimas
De acuerdo a información proporcionada por el lector Sigfrido Matú, comenta que desde niño nació con el don de poder ver a las “ánimas” cada vez que estas llegan en los tradicionales festejos del día de los difuntos:
“Desde niño en el mes de octubre y a principios de noviembre veía una extraña procesión de personas pero hasta años después descubrí que estos no existen en nuestro plano, es decir que son gente muerta y esto gracias a mis tíos, ya que cuando les dije lo que estaba viendo un día ellos me dijeron que no veían nada, a pesar de que yo claramente observaba una procesión de diez personas, en fila india de dos en fondo, con túnicas blancas y velas cargando en sus manos”, explicó.
Y agrega: “al principio me daba miedo, pero pues como era cada año que me sucedía ya no le di importancia, cuando era adolescente incluso tuve la osadía de seguirlos hasta el panteón pero luego mis papás me explicaron que no debía hacer
eso ya que podía ser peligroso y hasta me podía morir, pero pues cuando uno es joven como que es más arriesgado, ya cuando crecí y me casé y tuve mis hijos ya dejé de hacerlo”.
Para finalizar comenta que actualmente tiene 60 años de edad y hasta la fecha continúa viendo a las ánimas: “Creía que esto solo me pasaba en Dzidzantún, ya que cuando me fui a vivir a Mérida el primer año no vi nada, pero ya después me volvió
a pasar, esto lo he visto en esos dos sitios y también en Chetumal y Felipe Carrillo Puerto en Quintana Roo, cuando me he ido a pasar temporadas ahí en casa de mis hijos”, finalizó.
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