Por Jorge Moreno
Se han cumplido ya cuatro años de un suceso que en su momento dio mucho de qué hablar: la aparición en el fraccionamiento Cieloalto de la ciudad de Kanasín, de una extraña muñeca “vudú”.
Todo inicia con una llamada que me hicieron para informarme que en la caseta de entrada de este fraccionamiento había desde hace varios días una muñeca y llamó la atención que estuviera con el rostro quemado y con alfileres clavados, como si se tratara de un muñeco de vudú. Una persona me mandó una fotografía y luego de darme la dirección exacta, acudí a ese lugar.
Por fortuna, la muñeca aún continuaba en ese sitio, y tal como me informó la persona, estaba justo frente a la caseta; entrevisté a uno de los vigilantes quien me dijo que desde hacía cuatro días estaba allí; que la había encontrado un mototaxista en la parte de afuera en donde está el monte (a unos doscientos metros de distancia), y que la cargó y se la llevó al vigilante, pero que la dejó enfrente, junto a un montículo de tierra.
Con las precauciones debidas, me acerqué a la muñeca y pude comprobar que, en efecto, tenía el rostro quemado, al igual que una de las manos, y que tenía seis alfileres clavados en la cabeza.
Lo interesante del caso es que no estaban clavados al azar, cuatro de ellos los tenía en la frente, otro debajo de la nariz y el último en la barbilla, es decir, estaban acomodados de forma estratégica y correcta en el argot del vudú para causar un daño específico, pues ya hemos mencionado antes en esta sección que una forma de descubrir si te trata de un muñeco de vudú real o si sólo una broma, es ver la forma específica en como son acomodados los alfileres.
Por si fuera poco, vimos que en la espalda (debajo de su ropa) tenía escrito con plumón una maldición para una familia (cuyos nombres no publicamos por respeto); además, los dedos de su mano izquierda estaban cortados; por fortuna para las “víctimas” no había más alfileres (deben ser al menos doce para causar un daño), aunque no sabemos si se cayeron cuando la muñeca fue trasladada del monte a la caseta del fraccionamiento.
Cabe mencionar que dimos a conocer una de las fotos de la muñeca en las redes sociales con el objetivo de obtener más información,
y algunas personas comentaron que en ese sitio han visto cuando menos otros dos muñecos similares al vudú (con alfileres) en la calle, aunque no saben si se trate de una broma de mal gusto o algo real.
Por cierto, también varias personas preguntaron si sería peligroso para el mototaxista el hecho de que haya agarrado la muñeca; sin embargo, aunque ésta tuviera un poder activo, sólo cargaría mala vibra, pues la brujería vudú siempre es personalizada, es decir, sólo afecta a la o las personas a las cuales se les hace el trabajo.
A cuatro años de distancia de este suceso, la muñeca aún a tenemos en exhibición en el Museo Paranormal de Yucatán, así que si la quiere ver de cerca (obviamente, no es peligrosa) ya sabe en dónde encontrarla. El vídeo de la investigación en Cieloalto lo subí al canal de youtube “Jorge Moreno Misterios”, lo puede checar con el nombre “Encuentran muñeca de vudú ¿será real?
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