ARGENTINA.- Julieta Abigail, desapareció la noche del viernes en su trayecto del trabajo hacia su casa, anoche fue hallada en enterrada en el patio de una casa ubicada en Santa Fe, Berabevú, Argentina.
El día que no llegó a su hogar, su mamá denunció que la joven le había enviado una nota de voz mediante WhatsApp pidiéndole que le calentara comida dado que ya iba en camino, no obstante, jamás llegó.
Cámaras de seguridad capturaron a la mujer abordo de su bicicleta por las vías del tren a dos o tres cuadras del domicilio de su mamá. Asimismo, el vehículo de Cristián Romero, de 28 años, aparecía por la zona.
De acuerdo a medios locales, el agresor habría abusado sexualmente de Julieta dentro de una casa abandonada, donde la Policía halló ropa interior de la víctima.
Después, elementos de seguridad arribaron a la casa del sospechoso, quien se negó a abrir su vivienda. En tanto que en su vehículo hallaron más prendas de Julieta.
Tras una revisión con una orden de allanamiento, el cuerpo de la chica fue localizado en el patio de Cristián.
Por estos hechos, Romero fue detenido y trasladado a la Comisaría de Chañar Ladeado.
En las redes sociales, anoche se viralizó un texto que representaba la reconstrucción de lo vivido por Julieta, bajo el título “Lo cuento yo porque Julieta Delpino no puede».
«Salí de casa como todos los días, era un lindo día, hacía un poco de frío, me abrigué y salí en bici con la compañía del solcito hasta mi trabajo. Llegué al kiosco, la gente conocida de siempre, con barbijos y respetando la distancia. Pasaron las horas, con hambre le escribí a mamá que me caliente la comida, que terminaba y salía para casa. Agarré mi bici y partí para mi casa pero dos cuadras antes me esperaba el peor destino, estaba Cristian R. en su auto, me metió dentro de él a la fuerza. Mi mamá mientras tanto me estaba esperando con la comida calentita como yo le había pedido. Pasaron las horas y mamá empezó a preocuparse, me llamó y mi celular estaba apagado. Me salió a buscar por todo el pueblo, todo el pueblo salió a buscarme; quizá tenían la esperanza de encontrarme de alguna amiga pero yo nunca me iba sin avisar antes. Mami no llores, acá estoy. Cristian R. me secuestró, violó y enterró en su patio»
