Los seis indocumentados cubanos rescatados la tarde del martes en altamar, por pescadores del puerto de San Felipe, fueron enviados esa misma noche al Instituto Nacional de Migración en la ciudad de Mérida, no sin antes recibir atención médica en el Centro de Salud, además de que se les proporcionó comida y agua, ya que estaban sumamente deshidratados.
De acuerdo con los datos recabados, los antillanos salieron desde el pasado 15 de marzo de Camagüey, Cuba, y su objetivo era llegar a tierras estadounidenses en busca de mejores oportunidades de vida, pues aseguran que en su país existe pobreza, hambre y un régimen de gobierno que les impide superarse, según narraron a la Policía.
De igual manera confirmaron que dos personas más que viajaban con ellos desaparecieron, pues después de 20 días de abandonar la isla, se quedaron a la deriva y de pronto uno de los desparecidos al que sólo conocían como “Gamboa” empezó a alucinar y se lanzó al mar.
Otro de los tripulantes, identificado como “Salazar”, se lanzó para trata de ayudarlo junto con Lázaro Joandri Palomino Malpica, pero no lograron rescatarlo; Lázaro pudo regresar a la embarcación hasta el día siguiente y desde entonces no supieron nada de los otros dos.
Los rescatados son Ángel Francis García Hernández, de 22 años, Michael González López, de 22 años, Orlando Pérez Salas, de 34 años, Pedro Enrique Torne Martínez, de 33 años, Lázaro Joandri Palomino Malpica, de 27 años y una mujer de nombre Dayana Suárez Plana, de 20 años.
Tan sólo en este mes, ya son dos grupos de cubanos que recalan en las costas de esta región, el primero fue de los 9 que se encontraban caminando en la orilla de la playa de El Cuyo el pasado 2 de abril.
El sábado también hubo indicios de la llegada de otro grupo a este mismo puerto tizimileño, que pernoctaron a dos kilómetros de la comunidad cerca de Playa Bonita, donde apareció una balsa rústica y ropa que abandonaron en el lugar.
