Como si un demonio se hubiera apoderado de ellos, un grupo de conocidos vándalos de Tizimín se alebrestaron más de lo normal y este viernes se pusieron a amenazar a la gente y arrojarles objetos en la calle 69 x 54-B y 54-C de la colonia Santa Rosa de Lima.
Es posible que los rufianes también estuvieran bajo el influjo de alguna droga, o quizás el intenso calor los retentó, pero el caso es que además de romper botellas vacías de cerveza, tomaron piedras de las albarradas de varios predios y con eso se ayudaron para cerrar la calle.
A los vecinos de estos engendros del mal no les quedó de otra más que resguardarse lo mejor posible mientras llegaba el apoyo de la policía.
Pero incluso al llegar una docena de agentes del orden, la furia de los vándalos no mermó, al contrario, comenzaron a lanzarles piedras y rocas sin medir para nada las consecuencias de sus actos.
Los agentes solo alcanzaban a protegerse con los escudos antimotines que portaban.
El asunto se hizo tan grande que tuvo que intervenir la Policía Estatal.
Al final, afortunadamente no se requirió apoyo de paramédicos y nadie tuvo que ser hospitalizado. Ya que regresó la calma los policías se pusieron a recoger todo lo que quedó tirado.
Ojalá las autoridades esta vez tomen cartas en el asunto para que algo así no vuelva a pasar, y no se ponga en riesgo a los habitantes.
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