Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Al efectuarse la autopsia psicológica a los familiares y personas que conocían a la menor Y.C.M., que contaba al morir con 9 años de edad y el 6 de noviembre cumpliría los 10, salió a relucir que un factor que pudo haberla orillado a tomar la fatal decisión de suicidarse es porque se quedaba solita mucho tiempo viendo programas de televisión y tenía acceso a las redes sociales sin el control de sus padres.
De Peso pudo conocer, de primera mano, que, después de platicarse con los familiares de la infante, salió a relucir que realmente sus padres no tenían tantos problemas como se dio a conocer, sino los «normales» por los que atraviesa cualquier familia.
La madre se dedica a las labores domésticas en casas particulares y el padre es pescador, por lo que la niña permanecía mucho tiempo a solas y sólo con la vigilancia de una de sus abuelas.
En clases se conectaba a las redes sociales y cuando iba a su casa, veía por horas la televisión, en especial un programa en el que se habla de supuestos milagros.
Los maestros y compañeros de la menor reportaron que era una niña normal, que no sufría de bullyng (acoso escolar), tenía buenas calificaciones, pero que siempre veía programas televisivos en horario vespertino.
La autopsia reveló que no había sufrido ninguna agresión sexual o que presentaba golpes o lesiones que indicaran que pudiera haber sido víctima de un homicidio.
Fue certificada la causa de la muerte como asfixia mecánica por estrangulamiento, porque sujetó el cable de un televisor a un hamaquero y lo enredó alrededor de su cuello, dejándose caer, para morir de manera casi instantánea.
De todas maneras, se sigue investigando para descartar cualquier factor externo que hubiera incidido en una muerte inducida.
Los hechos
Como se recordará, la tragedia sucedió en el interior de un predio ubicado en la comisaría meridana de Komchén.
De acuerdo con la Secretaría de Salud del Estado, este es el segundo caso de un menor que se quita la vida en lo que va de 2017; el primero se trató de un varón y ahora esta niña.
Las estadísticas señalan que en 2016 cinco menores de edad se suicidaron en Yucatán; cuatro varones y una mujer.
