Nadie se hubiera imaginado que Jesús Pavón Argáez utilizara el Cementerio Xoclán para quitarse la vida, cortándose las venas.
Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Atormentado por la soledad, la partida de un ser querido o quizás por su depresión, el señor Jesús Pavón Argáez, de 68 años de edad, fue al Cementerio de Xoclán y se cortó las venas de las muñecas con el filo de una navaja de afeitar.
Este macabro espectáculo fue descubierto ayer, alrededor de las 10:30 de la mañana, en el pasillo 109, área G, del camposanto en cuestión.
Resulta que un chambeador del lugar, que andaba haciendo labores de mantenimiento, al pasar por el sitio se topó con un muerto, tirado en el pasillo, y pegó chico grito, dando parte a sus superiores y a las autoridades que fueron a ver al frío en el cementerio de Xoclán.
El muertito estaba tirado boca abajo y tenía la cabeza en medio de un charco de sangre seca. Presentaba varias heridas cortantes en los brazos.
El ahora occiso era moreno, robusto y de cabello entrecano ondulado. Vestía camisa blanca de rayas verdes y pantalón gris.
Junto al cadáver había una dentadura postiza, unas chanclas, una botella de agua, una camisa azul y medicamentos. Sobre una lápida cercana había flores y manchas de sangre.
También había una mochila y una carta, al parecer, póstuma.
En un arriate se encontró la hoja de un filo de rasurar, con la que se causó los cortes en las muñecas.
El cuerpo estaba empezando a entrar en descomposición, por lo que se presume ya tenía horas de estar tirado en el sitio y por el calor estaba hasta hinchado.
Fue identificado por uno de sus hermanos, quien informó que el ahora occiso había desaparecido de su casa desde la tarde del pasado 4 de abril.
La causa de muerte fue certificada como hemorragia externa secundaria a sección de arterias radiales en ambos brazos (se cortó las venas y se desangró),
Irónicamente, sólo fue trasladado unos cuantos metros para ser ingresado al anfiteatro del Xoclán para la autopsia de ley.
