Cuando iban de Cancún a Tunkás, una familia yucateca que reside en Estados Unidos sufrió un aparatoso accidente en el que todos resultaron lesionados.
Redacción/De Peso
VALLADOLID, Yucatán.- Una familia yucateca, incluyendo varios pequeños, procedente de Los Angeles, California, resultó lesionada cuando circulaba por la carretera de cuota Mérida-Cancún y a la camioneta se le reventó una llanta que provocó que se saliera del camino y diera una voltereta hasta quedar de nuevo en posición normal. El accidente, en el que estuvieron involucrados varios niños, ocurrió alrededor de las 11 de la mañana de ayer exactamente en el kilómetro 168 de la autopista.
De acuerdo con lo que se averiguó en el lugar del percance, Ismael P. M., de 57 años de edad, iba al mando de la camioneta GMC Safari con matrícula ZBN768B, procedente de Cancún, Quintana Roo, a donde acudió a buscar a su familia que llegaba de Los Angeles, ya que los pequeños no conocen la ciudad de Mérida de donde son originarios.
Sin embargo, cuando circulaba a alta velocidad, la mala suerte lo acompañó debido a que se le estalló la llanta trasera del lado derecho y al aplicar los frenos dio una voltereta para después quedar en su misma posición.
Lo grave del asunto es que los ocupantes, en su mayoría niños, no portaban el cinturón de seguridad, por lo que en el zangoloteo sufrieron diversos golpes y diversas lesiones, incluso algunas heridas cortantes o abrasivas que sangraron profusamente.
Los lesionados
Entre los lesionados por el accidente en la autopista Mérida-Cancún se encuentra la mamá de los menores Carmiña Concepción R. L.; Dolores H. T., de 67 años; Guadalupe P., de 45, y los niños J. A. E. R. de 10 años; F. C. E. R., de 5; Ismael P., de 8; A. P., de 10, y C. R. E. R. de 13 años de edad, quien a pesar de estar algo golpeado les daba ánimos a sus hermanos y demás lesionados.
En pocos minutos se presentaron tres ambulancias de la SSP, cuyos paramédicos trasladaron a todos los lesionados al Hospital General de Valladolid.
La familia meridana, primeramente se dirigía a visitar a unos parientes a Tunkás y para convivir por las fiestas de Año Nuevo sin imaginarse que lo que les iba a ocurrir.
Llamó la atención una familia que al ver el accidente se acercó a brindarles ayuda a los lesionados y sin conocerlos se hizo cargo de unos pequeños a quienes acompañó hasta el hospital, debido a que los adultos estaban más lesionados y nadie podía hacerse cargo de ellos.
Policías estatales y de la Federal se acercaron para tomar datos y posteriormente se presentó la aseguradora y una grúa para llevarse la camioneta siniestrada.
