Silvana y su papá se reencuentran

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La historia que desde el martes pasado sacudió a la sociedad yucateca, cuando una pequeña fue sustraída en un vehículo al momento que regresaba con su papá de la escuela, al parecer terminó en un final feliz, pues este domingo se informó que la pequeñá Silvana se ha reencontrado con Irving Arano Cervera, su papá.

La información divulgada indica que la menor Silvana G. A., quien el pasado martes 4 fue prácticamente arrebatada de los brazos de su padre, regresó a casa tras una serie de diligencias promovidas por el Instituto de la Defensa Pública del Estado, las cuales culminaron este domingo.

Asimismo, se habría concedido la guardia y custodia de la pequeña a favor del padre, quien en días pasados protestó frente a Palacio de Gobierno pidiendo apoyo a las autoridades, y que fue atendido por el Defensor General de Yucatán, Rodrigo Ortiz Eljure, quien también indicó que la juez primero de oralidad familiar, Claudette Escalante Pino, dictó medidas de protección y de restricción para evitar que la madre biológica establezca algún tipo de contacto con ambos, lo que significaría que se le suspendieron los derechos para tener contacto con la niña.

Para realizar esta recuperación de la menor, elementos policíacos y judiciales realizaron una intensa búsqueda del domicilio de la madre biológica, hasta el momento de recuperarla y devolverla con su padre.

El pasado jueves, el joven padre platicó con De Peso Yucatán y aseguró que haría todo lo posible para recuperar la custodia de su hija, a quien tiene a cargo desde que la pequeña de 4 años tenía solo 3 meses. Aquel día aseguró que la mamá nunca había intentado tener la custodia de la menor, hasta ese martes en el que realizó la sustracción indebida: «No sé por qué está actuando de esa manera. Si hubiese querido llegar a un acuerdo lo hubiese hecho bien», dijo Irving.

También declaró que resultó severamente afectado tras los golpes recibidos por parte de quienes le arrebataron a la pequeña Silvana. Aseguró que tras esas agresiones incluso presentó expulsiones de sangre a través del vómito o la orina.

Al parecer este trago amargó quedó atrás, pues Silvana, por fin, ha regresado a su casa.

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