Dos salidas directas al cielo de los tepos

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Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- En el mero día que se cumplieron 60 años de la muerte de Pedro Infante, la Parca se llevó a dos sujetos que le metían duro al trago.

En las primeras horas de ayer fue descubierto el cuerpo sin vida de una persona en las puertas de una tapicería en la avenida Itzaes.

Más tarde, en un predio abandonado de la colonia Plan de Ayala Sur fue encontrado otro individuo en medio de un enjambre de moscas y gusanos.

Doña Huesitos se levantó temprano ayer y se llevó a un hombre que la noche del viernes se metió a una tapicería ubicada en la avenida Itzaes entre 49 y 51 a echarse un sueño etílico.

Según el chisme, cuando el dueño de la tapicería salió ayer en la mañana a la puerta de su negocio se llevó una macabra sorpresa: encontró a un hombre sin vida tirado boca arriba.

De inmediato llamó a emergencias y llegó la ambulancia 21M de la SSP, cuyos paramédicos comprobaron que el fulano ya estaba muerto.

El cuerpo del hombre, de aproximadamente 60 años, sin identificación y que vivía como indigente y con la pinta de ser un bebedor consuetudinario, quedó tapado y en espera de que personal del Semefo llegara para llevarlo a la morgue. Al parecer murió por congestión alcohólica.

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El cuerpo del teporochito estaba en estado de descomposición, en un predio abandonado.

Por otra parte, en el rumbo de Plan de Ayala Sur fue encontrado “El Paisa”.  El cuerpo del teporochito estaba en estado de descomposición, en un predio abandonado.

Según colonos, hace días que no veían al “Paisa”, de aproximadamente 50 años de edad.

El sujeto falleció por la casi la misa causa por la que parten de este mundo la mayoría de los alcohólicos: cirrosis hepática, pues su hígado ya estaba bien cocido.

Algunas personas reportaron a las autoridades que desde hace más o menos uno o dos meses, había arribado a un predio de la calle 181 entre 50-G y 50-F de Plan de Ayala.

Antes, vivió mucho tiempo cerca de ahí, por el rumbo de la calle 111-B de la calle 50 y 50-A de la misma colonia, de donde, al parecer, lo echaron, por su problema de alcoholismo.

La última vez que vieron al “Paisa” con vida fue el 9 de abril, junto con otro tepo del rumbo, hasta que este sábado, desde temprana hora, empezaron a notar que de la casa de la calle 181 salía un olor nauseabundo y las moscas andaban como locas.

Fueron a ver y se encontraron a este sujeto muerto, por lo que se dio parte a las autoridades, para el levantamiento de rigor del cadáver.

Elementos de la SSP colocaron cinta amarilla alrededor de la tapicería para evitar que se contamine la escena.

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