Al lugar del percance llegó la dueña del Tiida y por poco se pone a llorar al ver su carrito bien dado en la torre.
Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- De cachete pegado al piso y con la panza al aire quedó un Tiida con matrícula YZV7755 que ayer por la tarde volcó en la hondonada del Anillo Periférico de Mérida, justo en el kilómetro 46.
El accidente aparentemente fue culpa de la alta velocidad, pues sucedió justo cuando el auto salía de la peligrosa curva que está mero en esa zona.
Al mando de este vehículo iba una mujer circulando sobre el arroyo interior, y casi llegando al kilómetro 46 tomó la conocida “curva del diablo”, pero por desgracia todo parece referir que lo hizo a toda velocidad.
Por ello, al salir de dicha curva no pudo enderezarse a tiempo, así que se siguió de largo hasta que se metió en la cuneta central del Periférico, cayendo en ella varios metros hasta que el auto dio un giro y eso hizo que perdiera estabilidad y volcara, quedando con el costado derecho pegado al piso.
Como pudo, la conductora salió y pisó tierra firme, llegando en ese momento paramédicos a bordo de una ambulancia de la SSP que la atendieron y luego la mandaron a un hospital ya que presentó algunos golpes, pero nada de consideración.
Además, llegó, no lo va usted a creer, ¡la dueña del auto!, pues resulta que la lesionada no era la propietaria, sino una amiga de aquélla a quien le habían prestado la nave. Ya sería cosa de ver si había aseguradora que respaldara los daños.
