Se le fregó una llanta, el cochecito acabó bastante dañado y el calesero todo adolorido. El único que se salvó fue el caballo, que a final de cuentas es el que carga con todo el peso, pero al menos en esta ocasión no resultó lesionado.
Alrededor de las 10 de la noche de este lunes, la calesa iba sobre la calle 66 por 65 y 67 del centro de Mérida, cuando al parecer una de las llantas se zafó, eso ocasionó que se desequilibrara, el cochero perdió el control y en unos pocos minutos azotó contra el pavimento.
Los ciudadanos que pasaban por ahí corrieron a auxiliar al don que se quejaba de dolor por el aporreón que se acaba de llevar, policías y paramédicos de la corporación municipal llegaron en unos pocos minutos y de inmediato lo atendieron.
Los polis cerraron la calle para evitar que pasaran vehículos por la zona y que el accidente se hiciera más grande, claro que en pocos minutos ya había tremendo caos, pues es unas de las calles del centro de Mérida.
