El exceso de velocidad y la falta de pericia se volvieron a combinar para ocasionar otro tremendo accidente en la carretera Chetumal-Mérida, en el que el guiador responsable terminó con quemaduras severas, su nave achicharrada y otra más destrozada.
Don Julio Casanova contó que iba de lo más tranquilo sobre la vía antes mencionada pues llevaba su camioneta cargada con casi tres toneladas de cartón, además de llevar su remolque con otra cantidad igual del mismo material.
Al llegar al kilómetro 12 vio por el retrovisor que una camionetita H100 con placas YR-1371-A, se acercaba peligrosamente, ya que según sus cálculos iba a por lo menos 150 kilómetros por hora, y a pesar de que el otro carril estaba libre, el guiador no se cambiaba, seguía detrás de él.
Fue entonces cuando decidió aferrarse a la guía, pasaron unos pocos segundos cuando sintió el golpe que lo empujó más de 50 metros; cuando por fin se detuvo, tardó varios minutos para recuperarse y poder bajarse de su troca.
Cuando lo hizo se percató que su remolque se había quedado atrás junto con la camionetita, ambos se estaban quemando. De pronto, de entre el fuego salió el conductor responsable envuelto en llamas, quien corrió hasta el camellón central donde se tiró para tratar de apagarlas.
Otros guiadores que pasaban por el lugar se detuvieron para ayudarlo, al darse cuenta de la gravedad de sus quemadas uno de ellos decidió subirlo a su carro y llevarlo al hospital. Los bomberos llegaron para apagar el incendio.
