A pesar de que tenían la advertencia del padre de que se dejaran de vaciladas, los "Vox Tuberos" y un dizque brujo profanaron la tumba de un niño de dos años de edad.
La figura fue colocada en una calle de Puebla sobre un agujero para evitar que automovilistas caigan en él; la noticia rápidamente se viralizó en redes sociales.