Rollo: Ambrosio Gutiérrez Pérez
Para el presidente Andrés Manuel López Obrador la salida de 10 gobernadores de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) tiene que ver con su libertad y no ve nada extraño, no es obligatorio; para el presidente de este organismo, Juan Manuel Carreras López, gobernador de San Luis Potosí, es “un tema de decisiones personales”.
Se fueron de la Conago los gobernadores de Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nuevo León y Tamaulipas, (5 panistas, dos priistas, un perredista, el independiente de Nuevo León y Alfaro el jalisciense del Movimiento Ciudadano que es, quizás, el más enfrentado y contestatario a López Obrador).
Argumentan el tema del federalismo y de echo se presentan como una “Alianza Federalista”, y no es que les falte razón (desde hace muchas décadas la Federación, léase gobierno federal y particularmente el gobernante en turno, pone y dispone en el tema del presupuesto. Campeche ha sufrido esa parte como pocas entidades) sino que surge en un momento de confrontación política con las nuevas autoridades federales y eso ya le pone “sospechosismo” al asunto.
Los gobernadores panistas, que empujaron la fragmentación de la Conago tras el destape de los sobornos que recibieron del ex director de Pemex, Emilio Lozoya, incluso algunos de ellos como senadores (Francisco García Cabeza de Vaca de Tamaulipas y Francisco Domínguez de Querétaro), evidencian un total revanchismo.
Por ello tanto el presidente López Obrador como el actual presidente de la Conago le restaron importancia y ubicaron el tema. El primero en un asunto de libertades personales, el segundo subrayando que la Conago no nació con todos los estados, se fueron incorporando, y destacó que se busca construir diálogo y agenda a favor de los asuntos públicos del país pero, al final, también para él es un asunto de “decisiones personales”.
Es decir, concluyen y concluimos los que nos dedicamos a la observación y el análisis político que el tema es más de confrontaciones políticas que de reclamo verdaderamente federalista. La estridencia es innecesaria y, por tanto, sospechosa y contraria a la razón polñitica.
También, y sobre todo, se puede concluir con una de las famosas frases atribuidas a Porfirio Díaz: “esos gallos quieren su maíz”.
Rendijas
–El dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, infundió ánimo a sus correligionarios priistas de Campeche: Vamos a ganar la gubernatura, les dijo. Y tiene razón. Nadie puede ir a una contienda con el ánimo derrotado, aunque todas las encuestas, TODAS, ubiquen al PRI en Campeche en un lejano tercer lugar frente a Morena.
–Aunque ya se inscribió hasta Porfirio Muñoz Ledo para ir por la dirigencia nacional de Morena, los dados parecen estar “marcados” para la elección de Mario Delgado, el hasta hoy diputado federal, presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados.
