Rollo: Celia Franco; flashazos: Jorge Pallota
Apasionada de la política, enamorada del municipio donde nació y comprometida con la sociedad que la eligió como diputada local, así es Lila Frías Castillo, una chava sin poses que habla sin tapujos de cualquier tema, que sueña y trabaja para algún día convertirse en alcaldesa del principal puerto de Yucatán: Progreso.
Lila es hija del cronista del puerto de Progreso, Romeo Frías Bobadilla, creció entre libros y periódicos, viendo a su papá apasionarse con las historias cotidianas del municipio en donde nació y desarrolló, al que quiere como una parte de su ser.
Toda esa pasión que se desprendía de su padre, era observada por Lila quien soñaba en seguir sus pasos; sin embargo, la vida la llevó por otro camino y al llegar a la Universidad estudió para ingeniera. Cambió la ruta pero la pasión aprendida la imprime en cada una de las cosas que hace.
La progreseña no se queda quieta y es de las políticas revolucionadas que buscan nuevas formas de servir a la sociedad, entiende que el compromiso va más allá de los colores, que es momento de unir en lugar de buscar de conflictos; se considera una persona muy competitiva.
Su voz ronca es uno de sus distintivos, hace las pláticas más amenas y si bien no es de las que se preocupan por colgarse hasta el molcajete, siempre anda bien vestida con prendas modernas a las que les imprime su estilo.
¿Cama o hamaca?
Hamaca, que se vea la experiencia y si hay frío buscamos a quien nos caliente… (risas).
¿Comida y postre favoritos?
Lo pensó un segundo y luego de reconocer que disfruta mucho de comer dijo: el frijol con puerco y de postre todo lo que sea pan y galletas.
¿Algún personaje que admire?
Le brillaron los ojos y encogió lo hombros: mira, la verdad es que le tengo mucha admiración a mi papá que, independientemente que es mi papá y que todos admiramos a nuestros padres, admiro al personaje que es y que ha sido.
¿Alguna frase o refrán con el que se identifique?
Sonrió, lo pensó unos segundos buscando la respuesta y luego respondió: la Ley del Karma. Creo que esta vida es una rueda de la fortuna y hay que actuar de la mejor manera.
Si pudiera tener un súper poder, ¿cuál elegiría?
Miró para arriba y se mordió los labios: poder saber lo que la gente piensa y actuar en consecuencia y de paso el donde la obicuidad: estar en muchos lugares al mismo tiempo.
¿Algún momento en su vida que le haya marcado?
Intentó no verse sentimental, se mordió los labios otra vez y luego respondió: hay dos: el primero fue la muerte de mi madre, fue un antes y un después, creo que tuve un gran aprendizaje en lo personal que me llevó a un cambio. Y otro momento fue la campaña política porque te das cuenta que tienes que comprometerte a cosas que vas a poder cumplir; también te enfrentas a una política muy monetizada y creo que hay que generar un cambio cultural porque la política se hace desde la sociedad.
¿Fue muy noviera?
Eeeeeeeh… (risas)… digamos que enamoradiza, me enamoro muy rápido, soy Cáncer. ¿Qué te puedo decir? Somos puro corazón.
¿Cómo definiría el amor?
Para mí no es un solo sentimiento, es una serie de compromisos.
¿Mejor virtud?
Con una sonrisa coqueta respondió: soy muy apasionada.
¿Peor defecto?
Quiero hacer muchas cosas al mismo tiempo.
¿Arriba o abajo?
¿Se puede de las dos? (risas y más risas); creo que arriba, un poquito de poder.
