Rollo: Celia Franco; flashazo: Jorge Pallota
Linett Escoffié Ramírez es una joven política que, en los últimos años, se ha amarrado el orgullo y ha sacado todo el valor para comenzar a marcar su camino. A los 32 años ya fue candidata a diputada por el quinto distrito local de su partido, el PRI, y ahora es la presidenta del Comité Directivo Municipal de Mérida.
No es muy conversadora, su personalidad es más analítica y algo tímida, pero eso no se combina con su fuerte decisión de dejar huella, de marcar la diferencia. Ella pertenece a una generación que tiene en sus manos posibilidad de cambiar mucho la realidad yucateca actual.
Su abuela es su gran inspiración, fue su gran ejemplo, de ella aprendió a luchar por sus ideales, a ver la vida de manera positiva que la impulsó siempre a ser mejor y a seguir sus sueños.
Linett siempre soñó con ayudar a la gente. Desde pequeña se involucró en actividades que la acercaran a las personas más necesitadas pero también disfruta pasar tiempo con su familia.
¿Cama o hamaca?
Hamaca, soy yucateca (risas).
¿Comida y postre favoritos?
¡El puchero!, y de postre, gelatina de uva.
¿Algún personaje que admire?
Frida Kahlo. Fue una mujer empoderada a pesar de las condiciones tan adversas que vivió, decía las cosas tal como eran, dejó huella, la conocen en México y todo el mundo.
¿Frase que con la que se identifique?
Las cosas fáciles cualquiera las hace, las cosas difíciles son las que valen la pena.
Si pudiera tener un súper poder, ¿cuál elegiría?
Aparecer y desaparecer algunas cosas.
¿Algún momento que le haya marcado?
Cuando comencé a salir a conocer las necesidades de las personas y ver cómo las personas buscan la forma de salir adelante.
¿Fue muy noviera?
Miró para arriba como pensando: no, tal vez de más joven pero ahorita no; la verdad estoy enfocada en mi trabajo.
¿Mejor virtud?
Luego de un breve silencio: yo creo que ser una persona tolerante, que escucha.
¿Peor defecto?
Soy muy perfeccionista.
¿Arriba o abajo?
Arriba, siempre hacia arriba.
