Rollo: Jorge Moreno
El Carretón de la Muerte o Carreta de la Muerte es una leyenda que no sólo aparece en Guatemala, sino en otros muchos países, incluyendo el nuestro, pues hay relatos provenientes de Puebla, Campeche e incluso de Yucatán, específicamente en Chocholá. Pero vayamos por partes; la definición de esta leyenda menciona lo siguiente:
Se trata de un carro que aparece durante la noche anunciando la muerte de alguna persona. También se dice que aparca enfrente de las casas y se lleva al fallecido. Hay muchos relatos con situaciones similares, como el que a continuación mencionaremos que ocurrió en 1925 en la ciudad de Puebla:
Después de un largo y arduo día de trabajo en el campo, Mario se dirigía a su casa en la ciudad. Ya casi anochecía y caminaba de prisa. Poco antes de llegar a su casa escuchó el sonido de un carruaje muy cerca, lo que era muy normal en aquella época, pero este sonido era diferente, por lo que sintió mucho temor. Corrió y decidió esconderse en el parque, detrás de los árboles. El sonido del carruaje se escuchaba cada vez más cerca, pero a la vez daba la impresión de que nunca llegaba y la espera se hacía interminable.
Sin darse cuenta, Mario pasó la noche en el parque. De repente, despertó por el frío que sintió y recordó lo ocurrido la noche anterior, y en ese momento pensó que temerle a un carruaje había sido algo absurdo. Se levantó y fue a su casa. Los días pasaron y Mario no podía olvidar lo ocurrido, así que decidió contárselo a un amigo.
Al escucharlo, el amigo también le compartió lo que contaba la gente al respecto: «Dicen que por las noches se escuchaba a un carruaje ir a toda velocidad y que iba recogiendo a la gente que moría, era conocido como El Carruaje de la Muerte». Al finalizar el relato añadió: «Posiblemente todo esto es un invento de la gente; no hay que hacer caso».
Mario no se quedó tranquilo y junto con su amigo decidió esperar esa noche, al carruaje y así confirmar si los rumores eran ciertos.
Se encontraban en parque bajo la noche fría y solitaria cuando comenzaron a escuchar el sonido de un carruaje. Poco a poco pudieron verlo, cada vez más cerca. Y en efecto, se trataba de un carruaje negro, tirado por caballos negros y con un conductor vestido completamente de negro.
Igual que la primera vez, el carruaje tardaba en llegar hasta donde ellos se encontraban. Cuando por fin el carruaje estaba frente a ellos, el conductor los observó fijamente y ambos hombres se desmayaron. A la mañana siguiente, despertaron por el frío y desde entonces, tanto Mario como su amigo, se esconden donde pueden cada vez que escuchan el sonido de un carruaje, sobre todo por las noches.
Y es que esta última parte es una situación común entre quienes han visto al cochero, pues se trauman tanto que días e incluso meses después con tan sólo escuchar un carruaje se guardan con terror.
Cabe destacar que en el caso de Yucatán, hace unos cinco años escuché dos historias similares que al parecer ocurrieron en Chocholá, pues se afirma que a mediados del siglo pasado las personas escuchaban a una carreta con un caballo relinchando y cada vez que ocurría esto fallecía alguien a la noche siguiente, como si se tratara de un aviso.
Por más que estuve investigando no encontré más datos fidedignos o testigos que pudieran corroborar esto o que hayan escuchado esta historia; sin embargo, allí queda este suceso como una leyenda más que posiblemente tenga algo de real.
