¿Es un maniquí o es un cadáver? La historia de “La Pascualita”

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En nuestro país existen interesantes historias y leyendas que parecen surgidas de relatos de horror, pero que forman parte de una macabra cotidianeidad en la ciudad o poblado en donde se desarrollen.

Ya en días pasados presentamos el caso de la muñeca “Emma”, que tiene dientes y cabello reales de la niña a quien representa, fallecida a la edad de 3 años en el siglo antepasado, y ahora le tenemos la historia de “La Pascualita”, un maniquí que representa a una novia y que adorna el frente de un establecimiento en la ciudad de Chihuahua.

Pero, ¿es en realidad un maniquí?

La leyenda afirma que en realidad es el cadáver embalsamado de una joven que fue hija de la dueña de la tienda, y que así pudo estar siempre con ella, tras haber fallecido por una picadura de alacrán.

De hecho, los habitantes más longevos que conocieron a la muchacha, dicen que el maniquí es “muy parecido” a ella.

La tienda de novias y quinceañeras “La Popular” era propiedad de la señora Pascualita Esparza Perales de Pérez, y según se cuenta, su hija, justo el día de su boda en la segunda década del siglo pasado, murió por una picadura de alacrán.

La pérdida fue terrible para la mujer, y en 1930, desde Francia llegó para ella un maniquí hiperrealista elaborado en Francia, que llamó la atención de propios y extraños.

SOSPECHOSO “PARECIDO” CON LA HIJA FALLECIDA

La figura tenía mucho parecido con la hija fallecida, y curiosamente se le vistió de novia y se le colocó al frente de la tienda, en una amplia vitrina, pero algo tenía inquietos a los que conocían la historia previa.

Surgió entonces la leyenda de que no se trataba de un maniquí, sino que la señora pascualita había mandado a embalsamar a su propia hija, para poder tenerla siempre con ella, hasta que la mujer falleció en 1967.

La leyenda continúa hasta nuestros días, y no se ha desmentido ni confirmado. Lo que sí llama la atención son los detalles del maniquí, cuyas manos presentan un realismo que casi podría asegurarse que posee huellas dactilares.

Con el paso del tiempo, “La Popular” tuvo nuevos dueños y, gracias al maniquí, que fue bautizado como “La Pascualita”, se convirtió en un sitio de gran tradición.

Además, se dice que aquel maniquí trae buena suerte a todas las mujeres que estén por casarse. Si desean esto, lo que deben hacer es comprar el vestido que trae puesto el maniquí y así tendrán un matrimonio duradero y lleno de dicha.

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