En los montes de la Península de Yucatán se habla de la existencia de un ser gigante de hábitos nocturnos que es conocido como “Tapa Caminos” o “Wa’Pach”, y se le aparece a las personas que caminan solas en la noche. Pero lo verdaderamente sorprendente es que
cuentan que este monstruo fue visto en Cancún.
Cuenta doña Rosy que salió de su casa en Cancún a las 5 de la mañana, y como muchos trabajadores de esta ciudad turística fue a esperar su transporte; su vivienda casa se ubica en una zona de fraccionamientos en donde existen calles cerradas y andadores que conectan una privada con otra; jamás se imaginó que se encontraría frente a frente con un ser diabólico como el Wa’Pach o Tapa Caminos.
Y es que en su trayecto hacia la avenida principal, en donde pasa el autobús, se encontraría con uno de sus compañeros que vive a unas 15 casas, pero justo en el andador (donde hay muchos árboles) vio algo que al describirlo le erizó la piel.
“Es un ser que tiene la forma de un hombre alto, negro; más alto y grande que una casa; estaba justo en la entrada del patio de mi compañero.
Al ver esta cosa, me asusté muchísimo y comencé a rezar, tenía mucho miedo pero tomé valor, no quería hacer mucho movimiento, pues sentía que de alguna forma llamaría su atención. No le vi la cara ni nada, pues estaba completamente oscuro, me di la vuelta y me regresé a mi casa”, relató.
La historia del abuelo
Doña Rosy esperó a que aclarara para poder salir nuevamente, y al regresar al mismo lugar el monstruo ya no estaba. Pero, ¿qué era? Doña Rosy sabía perfectamente, pues muchos años atrás su abuelo le había contado una historia peculiar sobre el “Tapa Caminos” o Wa’Pach.
Eran viejos tiempos y el abuelo de doña Rosy era joven, esa noche había ido a ver la proyección de una película de la época del cine de oro mexicano en el centro de su pueblo, cerca del parque principal, la iglesia y el Palacio Municipal, el inconveniente era
que ya eran las 12 de la noche y la única luz que iluminaba la calle era el de la luna llena y la de algunos faros con una luz muy escasa.
Justo a dos cuadras de su casa miró la imagen de un ser de aproximadamente unos ocho metros de altura, era tan grande que al abrir los pies ocupaba lo ancho de la calle, haciendo un arco, justo por donde el abuelo de doña Rosy tenía que pasar.
Se regresó corriendo por donde vino y trató de darle la vuelta a la calle pero ¡sorpresa!, al dar la vuelta a una calle allí estaba ese ser.
Tras recordar varias historias, conocimiento que se transmite de generación tras generación, el abuelo se quitó el sombrero, lo puso en el piso, se arrodilló en él, extendió los brazos y comenzó una oración especial, hasta que este ser oscuro desapareció. Esta historia se replica en diversas partes del país; en algunos lugares es un monstruo, en otros es un hombre desnudo o sólo es una sombra.
Lo único seguro es que este ser maligno querrá taparte el camino y hacerte algún mal, trata de no salir solo en las noches y evitar caminos solitarios porque puede ser que te toque la mala fortuna de encontrarte con este ser de la noche.
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