Enigmas: “Sectas Satánicas” hacen de las suyas en Día de Muertos

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Por Jorge Moreno
Tan sólo en la península de Yucatán existen al menos ocho sectas “oficiales” que se reúnen cada determinado tiempo en “santuarios” o sitios específicos con el fin de venerar al demonio, y aparte hay un considerable número de personas que de manera particular lo hacen en sus casas.

Y, curiosamente, en estas épocas al menos tres de ellas se reúnen para hacer sus celebraciones sin que esto tenga que ver con los Fieles Difuntos, ya que el 1 y el 2 de noviembre es el aniversario del “Tarselón”, es decir, los dos días que el demonio bajó a la tierra para reclutar “seguidores”.

Según se cuenta, esto ocurrió “recientemente” en el siglo XII, y fue Belcebú el encargado de venir al mundo de los vivos y buscar gente. Se dice que en esos dos días y sus noches juntó a 33 mil personas, quienes a partir de ese momento y hasta el día de hoy, de generación en generación han pasado los conocimientos demoniacos y de venación.

Tres de las sectas que están en Yucatán celebran esta efeméride precisamente desde ayer y hoy lunes, haciendo diversos festejos, de manera discreta y ante poco público, pues aún es un tema tabú, a pesar de que muchas de estas personas son gente de bien, que tienen empresas, o son profesionistas que hacen labores altruistas.

Y es que esto siempre ha sido un tema de controversia, pues un venerador del demonio no necesariamente hace maldades, sacrifica animales o trabajos de magia negra; muchos de ellos se reúnen con el fin de hacer el bien y ante la sociedad son personas reconocidas.

Una polémica que se prestó a malas interpretaciones ocurrió hace algunos años en una casa en donde hacían sus reuniones, en la carretera a Hunucmá, cuando ellos se quitaron de ahí, se rentó la casa a un extraño y meses después se suicidó ahí.

Policía cuenta su terrible experiencia

En las siguientes semanas se empezó a rumorar que se veía el alma en pena del difunto, y como habían personas del pueblo que sabían que ahí se hacían reuniones satánicas, empezaron a rumorar que era el diablo el que se aparecía a los conductores. Incluso un policía de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) tuvo una experiencia extraña en ese lugar hace muchos años.

“Bueno mi historia comienza hace casi diez años cuando patrullábamos cerca de Hunucmá y nos reportaron que en una casa abandonada con frecuencia entraban personas a tomar y hacer cosas extrañas, en ese momento pensé que eran borrachos a los que había que sacar, sin embargo cuando llegamos no se escuchaba nada, pero salía una especie de humo; hablamos y al no salir nadie entramos a inspeccionar».

”En eso vimos que había en el piso de la sala una cruz pintada de color negro junto a un dibujo de una estrella de David, así como plumas de gallinas y una cabeza de una cabra, a lo que de inmediato mi compañero se persignó y dijo que se trataba de sectas que adoraban al diablo».

”Yo solo me reí retadoramente y hasta me burlé porque nunca había creído en eso y acto seguido pateé las velas negras que estaban a un costado y que se ve que acababan de servir porque aún les salía un poco de humo».

”Mi compañero me dijo que no debí haber hecho eso, que si tocaba las velas o las cosas que estaban ahí me podía dar una maldición, pero pues yo sólo me eché una carcajada».

”En ese momento continuamos revisando la casa y como no había nadie, no había delito que perseguir y ya nos subimos a la patrulla y nos fuimos; mi compañero continuaba diciéndome que hice mal y que por no creer y hacer lo que hice se me podía aparecer el demonio”.

Las sectas satánicas son “el pan de cada día” en muchos lugares.

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