Rollo: Jorge Moreno
Hoy les presentamos una impactante experiencia que tuvo el lector Luis Vázquez, quien me mandó su caso para darlo a conocer a todos ustedes:
“Mi historia es un poco larga y difícil de creer y de hecho, nadie de mis amigos me cree, lo único que me reconforta es que no lo viví solo, estaba mi hermanita de diecinueve años conmigo; esto pasó hace aproximadamente tres años”.
“Nosotros somos del municipio de Suma de Hidalgo, un poblado muy pequeño, por lo que la mayoría de la gente acude a la ciudad de Motul a hacer sus compras ya que nos queda a menos de treinta minutos de distancia”.
“Esa noche retornábamos a Suma en moto, después de hacer unas compras y comprar un pastel para mi abuelita ya que era su cumpleaños; para llegar al pueblo hay que pasar 2 comisarías (Dzununcan y Kambul), esa noche estaba un poco nublado y no había ninguna estrella en el cielo, bueno excepto una muy grande que se miraba muy lejos, yo la noté de inmediato era muy grande y era la única luz en el cielo”.
“No le dije nada a mi hermanita, ya habíamos pasado la primera comisaría y de repente ella me preguntó ¿ya viste esa luz? y le dije si esta rara verdad? y me dice mira se está moviendo y volteé al cielo para verlo y efectivamente ya no estaba fija, se estaba moviendo”.
“Entonces , le dije a mi hermanita que eso no era estrella, y esa luz que se miraba lejísimos se acercó en cuestión de segundos, iba sobre el monte en los costados de la carretera casi sobre nosotros podría decir que sobre unos veinte metros de altura”.
“Ya era una luz grande, como si fueran cuatro reflectores juntos, iba a la par de nosotros, pero a un costado de la carretera, sobre el monte, no emitía sonido alguno, pude ver claramente que esa luz amarilla grande tenía una pequeña luz pegado a ella que era de color rojo, como si se estuvieran unidas”.
“Me invadió un poco el pánico, lo único que hacía era acelerar a todo lo que daba la moto, en un momento creí lograr dejar esa luz atrás por qué ya no la veía a un costado de la carretera, cuando ya mi hermanita me gritó aterrorizada que estaba ya justo encima de nosotros, que es un triángulo y en cada punta tenía una luz”.
“Yo le gritaba que iba a frenar y ella ya llorando de miedo me decía que no lo hiciera, yo quería parar y ver que iba a pasar si esa cosa pasaría sobre nosotros o se iba a detener, pero a gritos mi hermanita me decía que era mejor seguir manejando, hasta que por fin vi las luces de la segunda comisaría (Kambul), no sé cómo pero algo me decía en la cabeza que no me detenga y que esa cosa no entraría a ese pueblo”.
«Y así fue, logramos entrar a la comisaría y justo donde hay un paradero de autobuses y unas casas paré y apagué la moto, ese OVNI se detuvo como a unos cincuenta metros de la entrada, quizás porque ya había luz, pero aún se podía observar estar sostenida sobre la carretera a una buena altura, solo que ahora eso que primero era una luz amarilla grande y luego un triángulo ahora era una fila como de seis luces en forma horizontal, que prendían y apagaban y cambiaban de color amarillo, verde y rojo”.
“Cada que se apagaba, se encendía con el otro color, quise grabarlo pero lamentablemente por la distancia mi celular no lo enfocaba, mi hermanita ya estaba casi en shock, esperamos un rato y ya la convencí para irnos a Suma, faltaba aún como unos cinco kilómetros; en ese tramo no hay tráfico y nadie más pudo ver los que nos pasó, no nos topamos con ningún coche o moto”.
“Cabe mencionar que al llegar a casa de la abuela, les contamos a todos lo ocurrido y mi hermanita se dio cuenta que la hora de su celular se había atrasado veinte minutos, solo el de ella el mío estaba bien, tu sabes que la hora de un celular no se atrasa ni se adelanta solo uno mismo lo puede configurar, ya había escuchado en documentales que cuando hay un avistamiento OVNI o algo así las cosas eléctricas pueden manipularse solas o algo así; ese ha sido la experiencia más rara y terrorífica que he vivido, espero la puedas publicar, gracias”, finalizó.
Esta experiencia que nos cuenta el compañero Luis, en lo personal puedo decirle que si le creo, ya que fue algo muy, pero muy, similar a lo que viví en la carretera Tixkokob-Tixpeual en el año 2001 (caso que les conté hace algunos años en esta sección); sin duda en ambos casos creo que pudo haber sido una nave espacial; a ver si en los próximos días les presento de nuevo mi experiencia, para todos los que no la leyeron.
