Enigmas: «Reina del Vudú”, con ancestros esclavos, llegó a ser muy poderosa y a tener un sirviente yucateco
Por Jorge Moreno
En 1794, en el barrio francés de Nueva Orleáns nació Marie Laveau, una mujer que, a pesar de ser católica, la brujería siempre fue parte de su vida, pues los esclavos africanos de la ciudad eran practicantes del vudú.
Era peluquera de las mujeres de la alta sociedad, a quienes les vendía gris-gris, que eran rituales y/o amuletos para hacer magia; Marie mezclaba el vudú con el catolicismo, pues utilizaba a los santos y objetos sagrados para realizar sus hechizos.
Marie se volvió rica, pues sus rituales y pociones de amor eran garantía. Se dice que era la reina de las reinas del vudú. Sus hechizos eran tan poderosos, que las personas con más poder acudían a ella.
Desde que la sacerdotisa vudú pasó a mejor vida, ella reposa en el cementerio de Saint Louis, el más antiguo de Nueva Orleáns, donde nació una leyenda, pues se dice que desde el más allá Marie Laveau sigue otorgando favores mágicos a sus visitantes, por lo que la tumba es la más visitada del cementerio, y la segunda más visitada del vecino país del norte, sólo después de la de John F. Kennedy, que está en el cementerio de Arlington, en Washington.
Tumba profanada
Los devotos invocan al espíritu de la reina del vudú para pedirle los milagros; anteriormente lo hacían mediante ofrendas y rayando cruces sobre su tumba, por lo que tuvo que ser restaurada y actualmente está prohibido llevar a cabo rituales que deterioren el monumento histórico.
De hecho, ya no se puede entrar al cementerio por sí mismo, se tiene que tomar un recorrido con un guía autorizado, que lo llevará a la tumba de Marie Laveau y otros sitios de interés.
Y aunque lo más probable es que los restos de Marie Laveau reposen en su tumba, existe otra leyenda que cuenta que ella sigue con vida y joven, y se le puede ver rondando por las calles de Nueva Orleáns.
Lazos con Yucatán
Hasta aquí la información tradicional sobre este popular personaje, pero unos pasajes de su vida que casi no se mencionan es que ella tuvo por varios años a un sirviente, que era su asistente en sus trabajos esotéricos, que era de origen yucateco, de hecho el papá de este coterráneo era brujo maya y se cuenta que algunos de los ingredientes usados por Marie, así como recetas, eran de este señor de Yucatán, gracias a la intervención del hijo.
Cada año la hechicera mandaba al sirviente en barco a Yucatán en busca de ingredientes (se dice que se llevaba varios costales sellados que nadie sabe en realidad qué tenían dentro) que no podía adquirir en su tierra. Incluso, se cuenta, pero no hay evidencias de eso, que la mismísima Laveau viajó en una ocasión a Yucatán para conocer a este brujo maya, y que hasta le ofreció llevarlo a Nueva Orleáns para que le ayudara en ese trabajo, pero él se rehusó.
No en balde se dice que parte de la magia vudú moderna está influenciada por pócimas e ingredientes de otras latitudes, pero principalmente de Yucatán.
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