Enigmas: cada vez que visitaba la tumba de su esposo, viuda hallaba rotas imágenes sagradas
Por Jorge Moreno
Hoy les presentamos un relato de un suceso que ocurrió a finales de los años 90’s en el cementerio de Xoclán; esto nos lo platicó un vecino de la colonia Xoclán Rejas, que se enteró de la historia debido a que su primo fue parte de la misma:
“Mi tío Alonso murió en 1998, él tomaba mucho y la cirrosis acabó con su existencia; en general, fue un papá desobligado que se iba hasta por varios días a tomar, a veces lo veían en la calle tirado en el piso o en una banqueta, hundido de borracho; dejó en la orfandad a tres hijos, mis primos, que en ese entonces tenía 10, 14 y 16 años de edad.
”En realidad, mi pobre tía Irma fue la que siempre tuvo que trabajar y ver por sus hijos y cuando murió mi tío, pues sí lo lloró, pero creo que fue como una carga menos para ella, pues ya no tenía la angustia de tener que estar al pendiente de su marido, que parecía un hijo más, ya que a veces tenía que salir a buscarlo cuando se desaparecía por varios días o cuando se metía en problemas.
”El caso es que fue enterrado en el panteón de Xoclán y mi tía decidió ponerle una pequeña escultura de un ángel, ya que, aparte de que era el primer nombre de mi tío (se llamana Ángel Alonso), a éste siempre le gustó tener en la casa cuadros e imágenes de querubines, serafines, ángeles, etc.
Daños sin explicación
”Lo extraño del asunto es que cada semana que mi tía iba a ver a su difunto esposo se daba cuenta que la imagen del ángel estaba rota, y en el transcurso de tres meses se le rompieron al menos cinco angelitos que había llevado, pues cada vez que encontraba uno roto, juntaba su dinerito y a la semana o 15 días llevaba otra pequeña imagen de un ángel.
”Lo raro es que en las demás tumbas no se rompía nada y ese sitio está bien vigilado, y hasta los guardias y veladores de ahí se extrañaron por ese suceso y lo empezaron a atribuir a una especie de brujería.
”Esto mi tía lo comentó en la familia y tanto mis papás como mis demás familiares nos asustamos e intrigamos y empezamos a hacer todo tipo de especulaciones, que si fue brujería, que si era el alma en pena de mi tío o de otro ser fantasmal y varias teorías más.
Supuestamente todo se aclaró
”Fue hasta un año después en que se aclaró el misterio: se trataba de mi primo Ángel Adrián, el mayor, quien, a escondidas (en ese entonces tenía 16 años), iba al cementerio, ya que vivían cerca, y rompía las imágenes. Mi primo siempre fue muy calmado y tranquilo, por lo que nos sorprendió lo que confesó.
”Incluso lo llevaron al psicólogo y éste dijo que a lo mejor era por todo el maltrato que recibió de su padre y esa era la forma de desahogarse, destruyendo las imágenes religiosas que su madre puso en la tumba de su progenitor.
”Poco tiempo después, se fueron a vivir a Ciudad del Carmen, Campeche, pues la mamá era de ahí y se quedaron por más de 10 años en esa isla; hasta aquí, el enigma aparentemente estaba aclarado.
”Sin embargo mi primo se casó con una mujer yucateca y regresó a vivir a Mérida en el año 2011, y por azares del destino les dieron su casa cerca de donde tiene la suya mi hermano y se empezaron a llevar muy bien, hasta se hicieron compadres.
”El caso es que en la Navidad pasada nos reunimos todos en su casa, y entre plática y plática vino el recuerdo de mi difunto tío y recordamos la anécdota de las imágenes de ángeles que aparecían rotas y aquí mi primo dijo algo que nos congeló la sangre:
”Les quiero confesar algo, yo nunca rompí las imágenes que estaban en la tumba de mi papá, pero como toda la familia andaba como loca hablando solo de eso, decidí echarme la culpa, pero la verdad yo no fui.
”Y en ese momento todos nos miramos las caras y, como si regresáramos en el tiempo, nos volvimos a hacer la misma pregunta y nos dimos cuenta que estábamos como al principio, pero con más de 30 años de distancia… Y entonces ¿quién rompía las imágenes de mi difunto tío?… ¿brujería?… ¿un fantasma?… ¿su alma en pena arrepentida?… Quizás nunca lo sabremos”.
