Enigmas: traumática noche en hacienda abandonada Misne Balam

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Enigmas: esta fue la traumática experiencia de progreseños en la hacienda abandonada Misne Balam

Por Jorge Moreno
La semana pasada, a través de la página de Facebook “Atanque666”, se difundió una serie de fotografías de un antiguo panteón, que perteneció a la hacienda de “Misne Balam”, sitio famoso a nivel internacional debido a la actividad paranormal que han reportado varios investigadores, por lo que lo han nombrado “pueblo fantasma”.

“Inédito, encontramos el cementerio de Misne Balam, está perdido en la selva, inclusive hay venados cerca”, escribieron los exploradores en la red social y rápidamente la noticia se viralizó, pues varios medios de comunicación compartieron la noticia como un “descubrimiento”.

Sin embargo, aunque es meritorio que los exploradores hayan dado con este sitio, lo cierto es que pobladores de comisarías cercanas señalan que era un lugar común para ellos y que pasan con frecuencia por ahí para ir a cazar.

Incluso cuando salió la noticia, muchas personas me contactaron para sugerirme que yo vaya a hacer una investigación a ese sitio; sin embargo, a todos le dije que conozco ese panteón desde el año 2009, fecha en que acudí (lo publiqué en la revista Misterios en aquel entonces), pero debido a que no ocurría ninguna situación paranormal fue un caso que pasó sin pena ni gloria.

Y es que, aunque mucha gente ahora se sorprende de que apareciera un cementerio, lo cierto es que en el siglo antepasado, era común que todas las ex haciendas tuvieran su propio panteón, por lo que no existe algo extraordinario en ese descubrimiento.

Cabe mencionar que desde 2009, la ex hacienda de Misne Balam se ha vuelto muy famosa entre los amantes del tema paranormal, todo a raíz de que un programa de televisión a nivel nacional dio a conocer un video que un grupo de jóvenes meridanos grabaron y en el que aparece un fantasma a plena luz del día.

La experiencia de progreseños que les quitó el sueño

En esta sección ya hemos hablado algunas veces sobre la historia de este sitio, pero el caso que más ha llamado la atención ha sido el caso de cuatro jóvenes del puerto de Progreso que quisieron vivir la “adrenalina del terror” y a punto estuvieron de tener consecuencias por demás graves.

Se trata del joven Manuel Vela, quien en 2017 en compañía de tres de sus amigos de la preparatoria decidieron ir al “pueblo fantasma”y acampar en el área del cementerio:

“Queríamos hacer algo diferente, más peligroso, ya habíamos ido dos o tres veces antes, pero a lo clásico: llegas, caminas un par de horas entre las antiguas casas, el monte, y te retiras. Nosotros decidimos llevar una casa de campaña para acampar y quedarnos ahí una noche completa.

“En ese entonces todos nos sentíamos muy valientes, y como uno de ellos había sido scout de chico, pues pensaba que era fácil llegar y acampar. Fue un jueves por la noche, nos llevó otro cuate en su coche, él no se quedó, sólo nos hizo el favor de darnos el aventón, es curioso porque cuando nos bajamos y él se iba nos preguntó si no mejor regresábamos a Progreso, pero nosotros en nuestro plan de valientes le dijimos que no, que nos quedaríamos.

“El caso es que estuvimos dando vueltas, fuimos al área del cementerio, pero por algún motivo en vez de acampar ahí nos fuimos por donde están las casitas y un pozo, y a eso de las tres de la madrugada nos acostamos y, de pronto, como si fuera una película de terror sentimos cómo nos empezaron a jalar la casa de campaña, como si algo muy fuerte nos empujara; empezamos a gritar como locos, sentimos que pasó una eternidad, pero al cabo de unos minutos todo se detuvo y salimos.

“Nos dimos cuenta que la casa de campaña estaba a unos cincuenta metros de donde la pusimos; sin duda, no fue un bromista, pues éramos tres dentro de la casa y pues cuánta fuerza tendría el ente que nos arrastró que lo hizo a una velocidad considerable, si fueran algunos bromistas tendrían que haber sido varios y lo hubiéramos notado.

“Casi de inmediato agarramos nuestras cosas y nos fuimos corriendo al casco de la hacienda, en donde está la parte llena de grafitis. No dormimos y obviamente, esperamos el amanecer y nuestro amigo nos fue a buscar, la verdad casi no hablamos de esto por temor a las burlas y sobre todo porque hasta ahora no sabemos qué paso exactamente, pero créanme que jamás lo haré de nuevo”, finalizó.

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