Enigmas: El estudiante ‘salado’

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Por Jorge Moreno
Hoy les presento el caso de Javier, un joven que se autodenomina “estudiante salado” y esto fue lo que nos platicó: “Me gustaría compartirles lo que me sucedió, pues llevo años leyendo la sección Enigmas y finalmente me animé a dar a conocer mi caso”.

“Yo estudié contabilidad, me gradué hace nueve años y tuve un muy buen promedio, desde que salí de la Facultad (UADY), empecé a buscar trabajo y meter solicitud de empleo en todos lados, como se decía popularmente ‘me quería comer el mundo’; y pues no me desanimaba cuando los despachos no me llamaban o lo hacían para decirme que ya habían cubierto la vacante y no tenía yo el perfil”.

“Transcurrió poco más de un año y si bien es cierto a veces yo atribuía a ‘la crisis’ la falta de empleo, me puse a sacar cuentas y me di cuenta que catorce de mis compañeros ya habían encontrado trabajo, y casi todos solo habían mandado unas cuantas solicitudes, la mayoría de ellos tenían un promedio menor que el mío, y por si fuera poco a algunos los contrataron en el mismo sitio donde yo había ido.

“Ya cuando terminó el segundo año de estar busque y busque trabajo ya me empecé a desesperar, pues empecé a sacar mi cuenta y ya había metido casi sesenta solicitudes, incluso a empresas que no eran despachos de contabilidad, pues ya necesitaba trabajar y no me importaba dónde, mientras pudiera tener un ingreso fijo”.

“Ya hasta pena me daba decir que no tenía trabajo y mi familia y amigos de confianza me empezaron a decir que eso no era normal, que no podía ser posible que haya metido sesenta solicitudes y nada de nada, sobre todos que mis compañeros sí los aceptaban en las mismas vacantes.

La ‘limpia’

“Estaba yo tan mal, que cuando mi mamá me sugirió hacerme una ‘limpia’, no lo dudé, le dije que sí, a pesar de que hasta ese momento no creía en ese tipo de cosas, el caso es que fuimos con un señor que se dedica a eso, me dijo que tenía yo varias salaciones que había cargado en la calle y que como eso trae mala vibra, por eso todos los de recursos humanos que me veían, lo hacían con desconfianza y por ello no me contrataban.

“Yo la verdad tenía mis dudas, pero cuando me dieron los amuletos y unos inciensos y una loción, lo hice con cierto escepticismo, pero no lo van a creer, les juro que no estoy mintiendo, pero desde ese mismo día me empecé a sentir mejor, antes me sentía cansado siempre, como que se me quitó la tensión y en los siguientes días ¿qué creen? Busqué trabajo.

“Pero antes de que piensen ‘seguro lo llamaron de alguno de tantos donde metió solicitud’, quiero decirles que al día siguiente de la limpia que me hicieron metí tres solicitudes de empleo y no lo van a creer, a los pocos días me llamaron ¡de los tres lugares! Y así, hasta me di el ‘lujo’ de qué trabajo aceptar.

“Llámenle casualidad o lo que quieran, pero por más vueltas que le doy, creo que el esoterista que me atendió tenía razón, yo estaba ‘salado’ y, pues, al hacerme la limpia y usar amuleto de protección me ayudó a remediar mi problema,

“Desde ese entonces a la fecha, renuevo cada año mis amuletos y gracias a ello nunca me he quedado sin trabajo, he prosperado y hoy les puedo decir, a nueve años de distancia, que estoy casado, con dos hijos y en una situación económica mejor”.

Detalles de la ‘curación’

Cabe mencionar que le preguntamos qué limpia le hicieron y se trata de una de las más tradicionales y antiguas que se hacen en la península, la llamada limpia “Bajun”, que se hace con seis inciensos, un cuarzo “cuadrado”, una loción (para tres baños) y un amuleto de protección; la cual dicho sea de paso es de las más económicas que hay.

Si quieres conseguir esta limpia, lo único que tienes que hacer es llamar o mandar mensaje al (999) 4971802 con la leyenda “lo lei en de peso limpia”, la daremos a mitad de precio a las primeras cincuenta personas que se pongan en contacto o bien que vengan directo a la tienda del Museo Paranormal.

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