Enigmas: ¿Dónde está la “verdadera” Pascualita?

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Rollo: Jorge Moreno
En la ciudad de Chihuahua, Chihuahua, existe una leyenda viviente, una leyenda que casi puedes tocar, que puedes admirar por horas e incluso puedes fotografiar, me refiero a Pascualita, el maniquí de mujer que desde hace más de 85 años es testigo inerte de todo lo que pasa en la esquina de las calles Ocampo y Victoria sede de la tienda de vestidos de novia “La Popular”, su casa desde el 25 de marzo de 1930.

Se trata de un impresionante maniquí vestido con un traje de novia que al verlo de inmediato te llama la atención porque parece una persona viva. La historia cuenta que un maniquí apareció en 1930 en esa tienda, pronto se empezó a rumorar que este cobraba vida y caminaba por las noches en el interior de la tienda.

Una panorámica de Pascualita desde el exhibidor de la tienda de novias.

Se cuenta que no es un maniquí y que en realidad se trata del cadáver momificado de la hija de doña Pascualita Esparza, dueña de esa tienda, pues el día de la boda de su primogénita, ésta murió al ser picada por un escorpión.

Ante tal desgracia, la señora contrató a un conocido taxidermista que vivía en la ciudad para que hiciera el macabro trabajo de momificar a su hija y por si esto fuera poco, ponerle el mismo traje de novia y colocarla en la tienda para que continuara siendo su compañera aún después de muerta.

Esta es la versión principal de esta leyenda, ya que hay quienes dicen que en realidad la joven murió en un accidente de tránsito, que la apuñalaron e incluso que murió debido a un embrujo de magia negra.

Su nombre original era “Chonita” y prácticamente era tratada como una artista, tenía una peinadora que le lavaba cada semana el cabello, una maquilladora y sólo la dueña podía tocarla o cambiarle el vestido, haciendo esto último en una habitación cerrada y sin que nadie más la ayudara, como si algo quisiera ocultar.

En la década de los años sesentas, eran decenas las personas que a diario se paraban en la escarpa de la tienda para admirar a este maniquí, incluso se afirma que un chamán proveniente del extranjero se enamoró del mismo, al grado que permaneció por tres meses en Chihuahua y todas las noches en punto de las diez iba a visitar a Pascualita, a la cual se dice le hizo un embrujo para que cobrara vida.

Fue tal la fama de este maniquí, que en un par de ocasiones llegaron las autoridades para analizarlo, ya que había denuncias anónimas que mencionaban que en la tienda tenían un cadáver momificado y se cuenta que la señora daba fuertes cantidades de dinero a éstos para que no la revisaran a detalle.

En ocasiones, era tanta la gente que venía de otras ciudades y estados a conocer al maniquí, que se tenía que cerrar la calle al tránsito. “Chonita” requería una serie de cuidados especiales, pues lo que sí era un hecho comprobado es que cabello, cejas y pestañas eran naturales.

Algunas empleadas se negaban a vestirla, ya que dicen que en las piernas incluso se ven las venas verdosas y que se cambia de traje por las noches. Más de una trabajadora dejó su empleo ante los supuestos paseos nocturnos que les ocasionaban un miedo profundo.

Las jóvenes que en aquella época trabajaban en los céntricos comercios, se quejaban de que la mirada de la “Chonita” les seguía hacia donde iban, y dice la tradición popular que mirarla fijamente a los ojos en horas nocturnas puede provocar que su fantasma te acompañe durante un tiempo indefinido.

Estos rumores van a más cuando fallece su dueña, en 1967. Entonces son muchos los que aseguran que su espíritu quedó encerrado en su querido maniquí y allí sigue desde entonces, mostrándose sólo en contadas y sutiles ocasiones. Lejos de caer en el olvido, la leyenda de Pascualita continúa tan viva como el primer día y los reportes de gente que asegura ver sus gestos y sus movimientos continúan en la actualidad.

Un caso sonado fue el de una mujer que recibió un balazo en la calle justo delante de ella y aseguró que fue ella la que la salvó de la muerte y como agradecimiento le enciende velas periódicamente desde entonces. Otros, enamorados quizás del maniquí, contratan a músicos para que le lleven serenata y no se sienta sola.

Lo único seguro es que todos los dueños de “La Popular” han guardado celosamente el secreto del maniquí, y algo comprobado son los beneficios que desde hace muchas décadas le ha reportado, ya que el vestido más vendido de la tienda siempre es el que luce Pascualita, pues se dice que la novia que se casa con ese vestido tiene asegurado un porvenir feliz y sin apuros.

Esta leyenda se ha reforzado con el paso del tiempo, y recientemente entró en polémica, ya que de octubre de 2017 a julio de 2018, el maniquí fue trasladado a la Ciudad de México para ser exhibido en un evento denominado “Hotel de leyendas victoria”; el problema está en que tras casi nueve meses de ausencia, cuando éste regresó fue notorio el cambio en su rostro, al grado que muchos chihuahuenses aseguran que el maniquí fue cambiado, al menos en las fotos y videos del “antes y después” se notan claramente las diferencias.

Una versión señala que los organizadores de tal evento realizaron una restauración a fondo con autorización del dueño del maniquí, lo cual no tiene lógica, ya que no hay motivo para modificar su rostro cuando éste es el éxito de la misma; otros afirman que en realidad el maniquí fue vendido al extranjero y es uno nuevo el que está en Chihuahua. La verdad tarde o temprano saldrá a la luz.

En las manos se puede observar los detalles de la piel, por eso afirman que es un cadáver momificado
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