Jorge Moeno/MÉRIDA, Yuc.- Fuentes identificadas confirman que el pánico y miedo que vivió buena parte del municipio de Espita a raíz de la “muerte” extraña de carneros y otros animales, pensando que se trataba de un “Huaychivo” (brujo maya que se convierte en chivo) fue en realidad un tigrillo.
Si, un tigrillo común fue el causante de todo; una persona de esa población lo tiene como mascota, se escapó justo en esas fechas e “hizo de las suyas” al atacar y matar a los carneros; fue justo en los días en que circulaba el audio falso de los “lamentos de La Llorona” y la gente ya estaba “en alerta”.
Asimismo, durante una fiesta privada, unas personas soltaron voladores por la noche y a la mañana siguiente algunos atemorizados pobladores empezaron a correr el rumor de que “estaban haciendo batidas la Policía y cazadores para atrapar al Huay”.
Esta versión concuerda perfectamente con la opinión del MVZ Alonso Herrera quien, al ver las heridas en los carneros, de inmediato dijo que “era de perros salvajes o tigrillos, debido a la forma de los colmillos”.
Esta noticia que me llegó, la pude confirmar de 3 fuentes diferentes, serias y plenamente identificadas; pidieron por el momento guardar el anonimato por temor a represalias o malos entendidos.
Si el dueño de esa mascota tiene o no un permiso oficial para tener al felino en su domicilio o si se hará cargo de los carneros muertos, eso ya sólo le compete a las autoridades.
No era La Llorona
Cabe recordar que durante buena parte del pasado mes de enero, cientos de personas se atemorizaron, primero por los audios que estuvieron circulando a través de whatsapps y por Facebook, en donde atribuían esos ruidos a “La llorona” y a una hechicera que “se quitaba la cabeza por las noches para ir por todo el pueblo a hacer su brujería”.
Incluso se decía que el marido de la “bruja” ya se había enterado y que pondría sal en la cabeza para que cuando regresara de hacer sus hechizos (por las noches y madrugada) no pudiera recobrar su forma normal.
Sin embargo, los audios no eran recientes ni mucho menos de Espita, correspondían a unos antiguos archivos que se captaron en Puebla hace más de 3 años y que para colmo tampoco eran reales, es decir no eran de “La Llorona” sino la voz de una mujer que padece de sus facultades mentales.
Días después de la psicosis por este caso, aparecieron muertos 6 carneros y de inmediato algunas personas y páginas de noticias, dieron por hecho que se trataba de un “Huaychivo”, lo que propició que el temor creciera entre toda la gente, pero aclarado el misterio, la gente ya se ha tranquilizado.
