Rollo: Celia V. Franco C.
Sin duda alguna, uno de los retos más importantes de la vida es convertirse en padres, madre en mi caso, pero también es la que más satisfacciones trae, ver crecer a
esa personita hasta convertirse en un ciudadano responsable que comienza su camino sólo.
Es, sin duda, causa de una gran felicidad.
Hace un par de días mi bebé cumplió 18 años, llegó a la mayoría de edad y estoy segura que aunque los problemas llegarán en algún momento, sabrás tomar las decisiones correctas y aprender de tus errores, que lucharás por hacer realidad tus sueños tal y como lo haces ahora, pero sobre todo que te convertirá en un ciudadano responsable y humano.
Aunque me he esforzado en transmitirte los mejores valores y hacerte fuerte, segura estoy de que he fallado como madre y mucho; sin embargo, y no es pretexto, todo lo que una madre hace es siempre con la mejor intención y con la convicción de que es lo mejor para nuestros retoños.
Recuerdo aquel jueves santo, yo apenas tenía 19 años y tu acababas de llegar al mundo, luego de una noche de pedirte que dejarás la comodidad de mi vientre, a las 9 de la mañana, por fin te decidiste a ver la luz del sol y a alegrar mi mundo. Eras tan pequeño que me daba miedo abrazarte, al fin y al cabo yo también era una niña.
Pero desde muy pequeño me demostraste que eras un ser muy especial, casi no llorabas, no fuiste melindroso y cuando comenzaste a crecer fuiste el más fiel de mis compañeros, más fuerte que yo incluso cuando mis decisiones te pusieron en momentos incómodos.
Hijo, tú me enseñaste muchas cosas, pero lo más importante es que impulsas a ser mejor, a no quedarme en la comodidad, quisiera haberte dado el mundo entero a cucharadas, pero no pude; sin embargo, estoy convencida que te lo comerás en la porción que se te antoje.
Sé libre, que nada te detenga, que ninguna mirada, cuchicheo, envidia o malicia te aparte de tu camino. La vida no siempre es fácil, pero siempre tendrás a tu familia para acomodarte el alma y reanimarte, llenarte de amor y recordarte que si lo puedes soñar, lo puedes lograr. Llega tan lejos y tan alto como quieras.
Y aunque ahora ya eres legalmente un hombre siempre serás mi bebé, por el cual me preocuparé, el que me hará disfrutar con tus logros y por el que rezaré cada noche. Te amo infinitamente, gracias por ser tan fuerte.
