Un trabajador de don Enrique Guzmán, de 78 años, relató que a raíz de los señalamientos de abuso que hizo en su contra su nieta Frida Sofía, de 29, en abril pasado, el cantante no la está pasando nada bien.
Según relata su empleado, don Enrique está muy angustiado, ya que la demanda que interpuso para limpiar su nombre no avanza; además ha perdido oportunidades de trabajo y vive un terrible linchamiento social porque la gente lo señala de abusador.
Lo publicado por un medio nacional dice que el trabajador confesó cómo está don Enrique:
«Nosotros lo vemos muy mal. Aunque en público quiere dar una imagen de que todo está en orden, la verdad es que está muy deprimido porque este escándalo lo ha afectado en lo emocional, en su salud y en su economía».
Mientras tanto, la demanda contra Frida Sofía por difamación no avanza y esto ha puesto muy mal al señor, quien fue acusado de su nieta por abusar de ella desde los cinco años.
«El proceso va lento y eso lo tiene muy desesperado porque no se puede resolver la situación. Otra cosa que lo tiene mal es que la gente no ha dejado de atacarlo, le escribe cosas feas en redes y hasta en persona le han hecho groserías. Al principio le enojaba, pero ahora le entristece que lo juzguen.
Y aparte Enrique Guzmán se quedó sin chamba
Además don Enrique presuntamente anda muy mal económicamente, pues los ingresos económicos por sus conciertos simplemente se cayeron:
«Mal, porque la venta de boletos estuvo muy floja, ahí se dio cuenta de que los señalamientos de su nieta sí le dieron en toda la torre; tuvo que pagarles a sus músicos y se quedó sin nada. El show lo produjo su amigo Alejandro Gou, pero ni siquiera él recuperó su inversión. Él es el único que le sigue dando trabajo; incluso en octubre regresará al musical “Jesucristo Súper Estrella”, que también produce Alejandro, pero de ahí en fuera no ha encontrado algo que le genere ingresos.
También se señalo que desde hace muchos años padece diabetes y aunque la tenía controlada, a raíz de esto se volvió a poner mal, se le sube o baja el azúcar; además su presión arterial se desestabilizó y sus ganas de vivir han mermado.
