A pesar de que hay pruebas en su contra como grabaciones de audio y video, Thomas Hughes, de 29 años, y su pareja Emma Tutsin, de 32, negaron haber dado muerte al hijo del primero, identificado como Arthur, de apenas 6 añitos.
Pero no sólo están acusados de este crimen, ocurrido en el Reino Unido, sino que además se les señala por haber torturado por largo tiempo al menos, con tratos que incluían dejarlo parado hasta por 14 horas sin darle de comer, y obligarlo a comer grandes cantidades de sal.
Lo peor fue que, en grabaciones de audio, se escucha al niño decir “Nadie me quiere” y “nadie me va a alimentar”.
Este grave caso se dio en los últimos años. La mamá del niño fue encarcelada por homicidio, y él quedó a cargo de su padre, quien empezó a vivir con Emma en la ciudad de Solihull. La mujer demostró en todo momento su rechazo al pequeño, lo cual era tolerado por el papá.
La abuelita paterna del niño llegó a verlo con moretones y denunció maltrato ante las autoridades, pero papá y madrastra libraron cargos alegando accidentes en casa.
Sin embargo, inició una vigilancia por audio y video, la cual llegó demasiado tarde a las autoridades.
Víctima de tortura y maltratos
Había pruebas de que el niño era obligado a comer hasta seis cucharadas de sal, a quedarse afuera de la casa por horas sin comer, a ser castigado dentro de la casa, recibir golpes y más castigos corporales, y se le escuchaba decir que nadie lo quería.
En junio de 2020, la mujer golpeó la cabeza del niño repetidamente contra una superficie dura hasta dejarlo inconsciente. En vez de pedir ayuda inmediata, grabó video y se lo mandó al papá, quien estaba enterado de estos maltratos y no decía nada.
Cuando llegaron los servicios de emergencia el niño estaba muerto, descubriéndose que fue por los golpes en la cabeza, y la pareja fue arrestada.
Ya pasó más de un año del juicio, y a la fecha, Thomas y Emma niegan los cargos, a pesar de las pruebas que hay en su contra, y de testimonios de vecinos que vieron cómo la apariencia física y psicológica del pequeño Arthur poco a poco iba cayendo.
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