Un total de 112 cadáveres correspondientes a 81 hombres, cuatro mujeres y 27 fetos sin reclamar fueron enviados a la fosa común en Ciudad Juárez, Chihuahua, según el sitio lopezdoriga.com.
Las autoridades de esa ciudad colocaron sólo un código de identificación a los ataúdes de madera que terminaron en el cementerio de San Rafael.
Al respecto, Joselyn Guzmán, vocera de servicios periciales de la Fiscalía de Chihuahua, dijo que “todos tienen su estudio fotográfico, sus estudios médicos y el perfil genético, que es muy importante por si existe una reclamación posterior por parte de sus familiares”.
Explicó que la mayoría de las víctimas perecieron por causas naturales, en tanto que hay algunos por muertes accidentales, suicidios y homicidios.
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