La entrega, dedicación y pasión por el deporte pero sobre todo el amor de su madre, doña Cindy dio resultado en el joven Gabriel May Avila, quien en clavados dentro de la Olimpiada Nacional conquistó dos medallas, una plata y un bronce.
El centro acuático “Rommel Pacheco Marrufo” del Complejo Deportivo Kukulcán fue el escenario para que el también conocido como la “Pulga” se hiciera presente en el medallero.
Con 101.15 puntos, el yucateco concretó la medalla de plata en la modalidad obligatorio infantil trampolín de un metro grupo D, donde fue superado por el tapatío David Vázquez Cio con marca de 109.00, mientras que el tercer lugar fue para el también jalisciense Carlos Solorsano Parra con 99.60 puntos.
Pero la cosa no paró ahí. Gabriel fue coronado en el “General” con el metal de bronce tras sumar 217.70 y así poner en alto el nombre de Yucatán. David Vázquez Cio, de Jalisco (225.85) y Aldo Hernández Suárez, de Baja California (218.05) quedaron como primero y segundo lugar respectivamente.
Ahora Gabriel se alista para este mediodía subir a la plataforma de cinco metros e intentar sumar otra medalla, mientras que el domingo cierra su participación en el trampolín de tres metros a partir de las 10:00 horas.
El esfuerzo rinde fruto
Este viernes en el Día de las Madres, Gabriel le dio un regalo especial a su jefa, dos medallas. El trabajo de un año entre el atleta y su mamá, doña Cindy aunado a la enseñanza del entrenador cubano Alexander González permitió a la “Pulga” subir al pódium.
Hace un año, en el 2018, May Avila sentía por primera vez el pisar una Olimpiada en donde concretó un bronce. Ahora en su segundo año, lleva dos medallas.
Estoy muy contento. Gracias a mi esfuerzo de todo el año pudo conseguir dos medallas”, comentó al término de su prueba de la cual dijo haber sentido “relajado, tranquilo, no tan presionado y siempre hay que estar así…”
Añadió con voz entre cortada, que este premio se lo dedicó a su mami, pues “fue un buen regalo, y siempre será la mejor madre del mundo”.
Por su parte, doña Cindy quien día a día en su bicicleta lleva a su hijo a los entrenamientos, lloró de emoción al ver a su chamaco en el pódium donde le colgó el metal. “Muy contenta, muy feliz por este regalo, algo que tal vez ya lo esperábamos pero al igual no en la cantidad que ya dio”, externó.
Los nervios en las gradas no eran para menos, el pleito por estar entre los tres mejores del país fue disputado aunque al final, Gabriel pudo subirse al “avión de los sueños”.
(Info: Félix Zapata)
