Lo volvió a hacer el Ave.
La paternidad del América sobre el Cruz Azul ya no parece ser solo un asunto de peor técnica, peor táctica o de mala suerte, sino que ya luce como un problema de salud mental, un síndrome del que es casi imposible recuperarse.
América perdía 1-0 con gol de penal de Milton Caraglio en el minuto 15. Los seguidores cementeros sonreían al observar el partido de ida de cuartos de final de la Liga MX.
Pero son los jugadores los que una vez más no creyeron suficientemente en sí mismos y poco a poco el monstruo amarillo se fue haciendo más grande y ganando más terreno.
Un autogol de Igor Lichnovsky al ’21 abrió el camino a la perdición celeste. El balón lo agarró totalmente desprevenido, no vio venir la pelota, solo la cabeceó y comenzó la pesadilla una vez más.
Un riflazo de fuera del área de Roger Martínez dio la voltereta en el marcador al 46.
El América, que para la próxima temporada incluso tal vez prescinda de un delantero combativo como el yucateco Henry Martín, quería más.
Los cementeros aparecían ofensivamente cada vez menos, como si se hubieran encogido.
Luego más del América. ¡Palo de Andrés Felipe Ibargüen al ’54! Se salvaba la Máquina. Al ’73 el mismo Ibargüen hizo una serie de fintas por el centro, pero vio mejor colocado a Martínez, se la dio hacia la derecha y este no perdonó.
Y así quedó la ida. 3-1. Falta la vuelta, que será el próximo domingo desde las 18 horas, pero tal vez no haya que jugarlo. La película ya la hemos visto muchas veces.
Cruz Azul no ha eliminado al América en liguilla desde 1999 y, por lo que se ve, la historia volverá a ser la misma.
(Redacción: Gonzalo Franco/Foto: @CruzAzul_FC y @ClubAmerica)
