Era un viernes 13 cuando se presentó el primer caso de Covid-19 en el estado de Yucatán. La vida, como la conocíamos, nos cambió a todos desde ese momento.
Ahora la pandemia quizás la recordemos como una anécdota, pero a quienes perdieron a algún familiar o ser querido, o a quienes en su momento se contagiaron y vieron su vida comprometida, el Covid representa una herida que nunca cerrará.
El 13 de marzo de 2020 se confirmó el primer caso en Yucatán. La paciente era una mujer de 57 años que recientemente había viajado a México y había vuelto a México en un vuelo directo a Cancún.
A partir de ahí, poco a poco, se fueron presentado un caso al día, dos, cinco, y en algún punto comenzaron a ser decenas de casos al día, mientras las autoridades estatales iban tomando medidas cada vez más drásticas con tal de contener el serio problema de salud.
Cierres de negocios, de eventos sociales, restricción de horarios, pérdidas económicas, saturación de hospitales y de servicios médicos, los problemas se multiplicaban cada vez más, mientras que lo que al principio eran cinco o seis pacientes se transformaban en cinco o seis fallecimientos, en Mérida y en cualquier rincón de la entidad.
Los muertos comenzaron a contarse en 20,25,30 al día. En un punto llegaron a ser 35. El miedo se apoderaba de la población. Se salía a la calle apenas por lo indispensable.
Fallecían personas de todas las edades y condiciones sociales, los saludables y los enfermos, los que solían hacer ejercicio y los que no, los mismos doctores y enfermeros también se contaban entre las víctimas.
Por fin comenzaron a desarrollarse las primeras vacunas en el mundo. En diciembre de 2020 comenzaron a aplicarse en la Ciudad de México y para enero de 2021 se inoculaban en un Yucatán repleto de ciudadanos con tapabocas.
Y así, entre sobresaltos, transcurrió 2020, 2021, 2022, y para febrero de 2023 alrededor de 7 mil personas habían fallecido en Yucatán por Covid. En mayo de ese mismo año la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció el final de la emergencia a nivel internacional.
Para entonces en México el coronavirus había cobrado alrededor de 300 mil vidas y unos siete millones se había contagiado.
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