Hasta las ganas de ser Uber se le quitaron al conductor del Kia que terminó desbaratado contra un poste.
Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- El exceso de velocidad y la imprudencia de un conductor mandó al hospital a su pasajera, destruyó su carro y causó daños en otro vehículo cuyo guiador no pudo maniobrar para evitar estrellarse contra él. Al parecer, el conductor que ocasionó todo ese relajo se pasó la luz roja del semáforo en la intersección de la calle 65-A por avenida Itzaes.
Desbaratado quedó el Kia que funcionaba como Uber luego de que su conductor intentó ganar el semáforo que le tocaba obedecer, cuando circulaba sobre la avenida y todo parece indicar que en lugar de detenerse cuando vio la luz amarilla, aceleró esperando atravesar sin ningún problema.
Pero no lo logró, pues apenas comenzaba a cruzar cuando la luz cambió a rojo, y en ese momento, sobre la 65-A, iba un taxista que metros antes de llegar a la intersección aceleró para cruzar antes de que se pusiera de nuevo el rojo.
Ambos iban con exceso de velocidad así que cuando se encontraron a la mitad del cruce el choque fue bastante desastroso: el Kia, se subió al camellón, tumbó el semáforo y terminó con su alocada carrera al aporrearse contra un poste del alumbrado público.
Luego de unos minutos, el taxista se bajó de su nave para auxiliar a los ocupantes del Uber, y al darse cuenta de la gravedad del accidente de inmediato llamó a la Secretaría de Seguridad Pública para pedir ayuda.
Al llegar los paramédicos sacaron a la mujer que iba como pasajera y debido a la gravedad de sus lesiones la llevaron de inmediato al hospital Star Médica.
Fue entonces cuando el conductor del Kia tuvo que aceptar que trabajaba como Uber, así que además de pagar por los daños ocasionado al otro taxi, de todo lo que destrozó a su paso, por el tratamiento y recuperación de su pasajera también se quedará sin nave hasta que pague la multa, aunque la verdad mejor se comprar otra pues el carro quedó inservible.
