Con el «bobox» todo enrojecidos, fracturas y demás lesiones terminaron dos chambeadores que iban en una motocicleta y que fueron atropellados por una burócrata que hablaba por teléfono.
Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Por ir pegada al celular una burócrata estatal mandó al hospital a un motociclista y a su acompañante, luego de volarse el alto en la glorieta ubicada en la calle 128 de la colonia Jacinto Canek, en donde convergen seis arterias. Los dos motonetos quedaron tendidos por más de una hora sobre el camellón, mientras que llegaba la ambulancia de la aseguradora.
A eso de las 11:45 de la mañana, Javier Pacheco iba acompañado de Freddy Nahuat en la motocicleta con placas 9GKK6 sobre la calle 124-C de la mencionada colonia, como tenían preferencia continuaron con su camino como si nada, pues iban a comprar material para chambear en el taller de Javier y poder sacar la lana para la papa del día.
Pero para su mala suerte, sobre la 29, la señora que conducía el Sentra con matrícula ZCF139A estaba tan entretenida en la plática que tenía por el teléfono celular que no respetó el disco rojo que le marcaba alto total y chocó a la motocicleta con bastante fuerza, tanto que los dos ocupantes salieron volando para estrellarse a varios metros de distancia de donde quedó la nave de dos ruedas.
«Trabajo en la Secretaría de Salud…»
Se supo que la señora trabaja en la Secretaría de Salud de Yucatán, pues cuando llegaron los uniformados de la Secretaría de Seguridad Pública fue lo primero que les dijo, como buscando algún tipo de apoyo, que por cierto no encontró.
Luego de un rato, Javier y Freddy se levantaron de la calle y se recostaron sobre el pasto del camellón, mientras que un señor, que llegó para ayudar a la culpable del accidente les pedía que le firmaran el perdón para que la aseguradora se pudiera hacer cargo de los daños y de las curaciones.
Al lugar también llegaron las esposas de los heridos, que trataban de darles ánimo, pues don Freddy al parecer resultó con el tobillo derecho fracturado, varios raspones en las manos y un fuerte dolor en la espalda, mientras que don Javier también señalaba que le dolía mucho uno de sus brazos y su espalda. O sea, ambos estaban bien amolados.
Al finales, los señores decidieron que la conductora que los embistió se hiciera responsable y esperaron a que llegaran los representantes de su aseguradora, así como la ambulancia.
