Se embarró la ma… sa

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El negrito en el arroz fueron los poli-mamilas de la unidad 6393 que «cerraron» la calle, pero sólo para la prensa, pues peatones y vehículos podían cruzar libremente. Ya déjense de ma… jaderías.

Redacción/DePeso
MÉRIDA, Yucatán.- Derechito al hospital y sin escalas fue llevado el chamaco Géiler A. V., de 17 años de edad, quien trepado en una moto de placas 8HYD3 se reventó contra el costado de un camión repartidor de chelas, estacionado en la calle 36 con 77 y 77-A de la colonia Vicente Solís. El cargamento del chavo, consistente en unos buenos kilos de masa de maíz, quedó regado por el pavimento.

Se averiguó que el jovenazo manejaba la moto sobre la calle 36, y en dicho cruce perdió el control de la guía, al parecer porque le ganó el peso de la masa que llevaba de un costado de la nave, se fue hacia su costado derecho y se impactó contra el costado izquierdo de un camión repartidor de sabrosas cervezas, de matrícula YN8408A, estacionado al lado de la banqueta.

El joven, luego del golpe se fue a la izquierda hasta chocar contra la acera del otro lado, en donde cayó herido, pero fue atendido por paramédicos que luego de curarlo lo mandaron al hospital por una lesión en el pie derecho. Sus cuates y las aseguradoras llegaron a arreglar la bronca.

Por desgracia, los agentes de la camioneta 6393 de la SSP se pusieron al brinco con la banda de De Peso, exigiendo que no nos acercáramos a la zona que porque su camioneta estacionada delimitaba el sitio por donde ya no podíamos pasar.

Se les explicó que para el caso deberían poner su cinta policiaca, pero dijeron que no tenían. Incluso a nuestro fotógrafo se le quiso retirar del estacionamiento de un comercio, que para el caso ya era privado, no vía pública. Eso sí, no dejaban pasar a la prensa, pero los peatones caminaban por aquí y por allá y sin problemas.

Cuando se les hizo ver ese detalle, sacaron de la camioneta cinta amarilla. ¿No que no tenían? Y luego dijeron que no la habían colocado porque eran nada más dos elementos. Tan sencillo que era permitirnos hacer nuestra chamba y evitarnos este tipo de confrontaciones.

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