La principal línea de investigación por la muerte de los franceses Michel Amado y Assya Madjour, cuyos cuerpos fueron encontrados semisepultados en el hostal “La Catrina”, del barrio La Candelaria, de Valladolid, en el cual vivían, es el supuesto cobro de derecho de piso que el crimen organizado de Quintana Roo llevó hasta Yucatán.
Por información filtrada por personal de la Policía Estatal de Investigación, los franceses habrían recibido amenazas en Quintana Roo para que pagaran por trabajar en ese Estado (tenían otro hospedaje en Playa del Carmen) y, por eso, radicaban la mayor parte de su tiempo en Valladolid, en ese lugar ubicado en la calle 58 entre 35 y 37 del barrio La Candelaria.
En septiembre recibieron como huéspedes a los ahora capturados en su hostal, sin saber de que se trataba de sus futuros asesinos. Primero atacaron a Amado, pues conocía a uno de los sujetos, porque se había relacionado con él mismo, lo que aprovecharon para privarle de la vida cortándole la nuca con un cuchillo, muriendo por trauma cervical abierto.
Mientras tanto, a Madjour le pusieron un trapo alrededor del cuello y falleció por asfixia mecánica por estrangulamiento. Luego sepultaron los cuerpos en el patio del hostal, cubriendo parcialmente los cadáveres con material de construcción.
Después, con objetos y otras propiedades de la pareja se dieron a la fuga. Los hechos fueron denunciados por Verónica Ivonne Z.E., mexicana y ex esposa de la víctima masculina, y por Mario Fernando Ricardo A.T., cónsul honorario de la República Francesa.
El hombre, de 57 años, llevaba 15 años viviendo en Valladolid, y la mujer, de 50 años, apenas contaba con dos años radicando en la “Sultana de Oriente”.
