Tremendo relajo provocó el distraído conductor de un automóvil Vento, quien se metió en el paso de un Tiida y embarró su nariz en el Nissan, que giró y golpeó a un Mazda estacionado.
Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Nomás se escuchó ¡crunch! por partida doble luego de la colisión de dos autos en movimiento y uno estacionado, en la calle 72 con 51 del primer cuadro de la ciudad. Si bien el ranazo no dejó personas lesionadas, sí hubo buenos daños de ésos que dan dolor de ojos nomás de mirarlos. Pero mejor le contamos el chisme para que esté usted bien enterado.
Resulta que la tarde de ayer iba un sujeto al mando de su poderoso auto Vento con numeral YZK605B, jalando sobre la calle 51 con tal relax que ni cuenta se dio que en la esquina de la calle 72 tenía una señal de alto, así que se metió en ella, como quien dice, invadió el paso preferente, y ¡rájale!, que se embarra de nariz contra el costado izquierdo del Tiida con placas YWG567B, manejado por un señor que iba hacia el norte con vía libre.
El guamazo giró 45 grados al Tiida que terminó tronando su lado derecho trasero contra la cola de un Mazda estacionado en la esquina de la 72 con matrícula ZBV948A. Ahora sí se terminó el sainete que duró como tres segundos, pero que dejó daños por miles, miles y más miles de pesos, sin lesionados, por fortuna. Cada quién llamó a su aseguradora para que se solucionara toda la onda de los destrozos, presentándose iguanas agentes de la Policía Municipal para tomar nota del relajo y deslindar responsabilidades.
