Un numeroso grupo de padres de familia y decenas de estudiantes protestaron en la entrada de la escuela secundaria «Ignacio Zaragoza» en el municipio de Samahil, para presionar a las autoridades educativas y den una pronta resolución en contra de un adolescente agresivo que estudia en el mismo lugar.
Familiares de los agraviados por fin recibieron respuesta favorable que benefició, la tarde-noche del lunes, a ambas partes en conflicto.
Tal como habían acordado, decenas de jefes de familia se apostaron a la puerta de acceso a dicho colegio a la hora de entrada (una de la tarde), donde la madre y el hijo, este último acusado de ser el dolor de cabeza de alumnos y maestros, fueron los primeros en estar en el interior de las instalaciones del plantel; el niño, bien portado, como un «angelito».
Fueron algunos minutos de tensión al enfrascarse la madre y los otros padres de familia en discusión, y justificar que su vástago tiene problemas (TDH), “pero no es para tanto”.
Ante esto, los papás afectados cruzaron palabras. “Sólo queremos que lo expulsen para que no pase a más; ni usted le gustaría que le peguen a su hijo», expresaron molestos.
De igual forma, intervino el director Jorge Burgos Escobedo y demás docentes, para calmar las aguas y esperar a sus superiores.
Poco después de las 16 horas, las autoridades escolares llegaron para comenzar con la junta extraordinaria en un aula, arribando igual una psicóloga para entrevistar a la mamá y luego al menor.
Tras ardua charla, los padres cedieron ante una de las peticiones de la mamá para que dejen a su retoño que concluya el curso escolar y después emigre a otro colegio.
Asimismo, entre lo pactado en la junta fue de que se mantendrá una vigilancia estricta y el chamaco quedará aislado de sus demás compañeros, durante su enseñanza, entre otros acuerdos que firmó de puño y letra su tutora.
