A pesar de que su doctor le dijo que padecía cirrosis, a José Enrique T. P, de 60 años de edad, le valió sorbete y siguió chupando; fue encontrado en estado de descomposición en su predio de la colonia García Ginerés.
Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Una vez más, el alcohol se llevó a un hombre hacia el más allá. En esta ocasión se trató del señor José Enrique T. P., de 60 años de edad, quien fue encontrado sin vida en su cantona de la colonia García Ginerés, en avanzado estado de descomposición.
Ya imaginará usted la impresión que se llevó la familia.
La onda es que este don vivía solo en un predio de la calle 13 entre 28 y 30 de ese rumbo, y desde hace varios años le habían diagnosticado cirrosis, pero no le importó mucho ya que siguió empinando el codo en el cuarto que rentaba.
La bronca fue que ayer por la mañana, uno de los vecinos le llamó a una familiar del señor, diciéndole que estaba oliendo muy feo en donde él vivía, y por más que llamaban no respondía.
La mujer se lanzó para allá, abrió la puerta y se encontró a su carnal acostado en su hamaca, pero ya muerto y en avanzado estado de descomposición.
La impresión fue bastante fuerte, pero una vez repuesta del susto, llamó a la Policía para reportar los hechos, y se solicitó la intervención del Semefo para el levantamiento del cuerpo de este pobre hombre, que se convirtió en una víctima más del alcohol.
