El sujeto con discapacidad Manuel Rolando «N» fue imputado por abuso sexual agravado, después de ser señalado como quien sometía a vejaciones a dos niñas (de 3 y 2 años) que vivían con su abuela en un picadero de la colonia San Juan Grande de Mérida y que de tantos ataques resultaron hipersexualizadas.
Manuel Rolando fue detenido en cumplimiento de una orden de aprehensión y puesto a disposición de la juez de control Silvia Pamela Cetina Bautista que, al conocer los hechos, lo imputó y le impuso la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa por todo el tiempo que dure el proceso.
Lo más curioso de esta audiencia fue que la juez, a pesar de los señalamientos de la discapacidad del sujeto, no le proporcionó los medios para que pudiera entender sobre lo que se le estaba acusando.
Se sabe que las menores vivían con su madre y su abuela, quienes tienen problemas de adicción, y que la vivienda en la que convivían era utilizada como «picadero» por otras personas, quienes se reunían en ella para consumir drogas y bebidas embriagantes.
Terrible infancia para un par de hermanitas
Resulta que las menores no solamente sufrieron abuso por parte del ahora procesado, sino también por parte de la pareja de la abuela, quien continúamente las sometía a violencia física y sexual hasta el punto de amarrarlas a un árbol.
Asimismo, la persona con discapacidad está siendo acusada de abusar en continúas ocasiones de las hermanitas hasta el grado que ellas han presentado severos traumas.
Fueron rescatadas del lugar cuando se encontró a las menores deambulando por las calles, por lo que al ser entregadas a un familiar este se pudo percatar que tenían actitudes muy extrañas.
Las hermanitas tuvieron que ser valoradas psiquiátricamente y salió a relucir que ambas estaban muy dañadas en sus emociones y comportamientos, que no eran propios de niñas de esas edades, pues estaban hipersexualizadas.
