HUNUCMÁ.- Tremendo susto se llevó una mamá de este municipio, quien mientras se encontraba practicando su zumba de todos los días, le avisaron que su hijo de siete años estaba atorado en una ventana de su casa, gritando y pidiendo ayuda.
Este caso, que para algunos fue bastante chusco pero sí le sacó a la doñita un buen susto, afortunadamente terminó con un final feliz cuando los vecinos auxiliaron al chavito quien ya estaba desesperado pues pasó varios minutos atorado.
Todo ocurrió este martes alrededor de las 7:00 horas en la calle 30 por 17 del fraccionamiento Villareal, cuando doña Josefa “N”, de 46 años de edad, salió como todos los días a sus clases de zumba, y dejó a su hijo de siete durmiendo bastante tranquilo.
Mientras la doñita estaba haciendo el cardio del día, su hijo identificado con las iniciales I.C.T. despertó y comenzó a buscarla por toda la casa, pero al ver que no estaba fue cuando salió al patio y la puerta se le cerró, por lo que no pudo entrar de nuevo.
A su corta edad, al chamaco se le hizo fácil intentar entrar por la ventana aprovechando su complexión delgada, sin embargo, solo se quedó en intento ya que su cabeza terminó atorada entre los barrotes de los protectores.
Ya al darse cuenta que no se podía zafarse comenzó a llorar y a gritar pidiendo ayuda, por lo que los vecinos se movilizaron y fueron en busca de la mamá del chamaco.
Los mismos vecinos del fraccionamiento se unieron para apoyar y con un esmeril cortaron el protector para sacar la cabeza del menor.
Minutos después llegaron elementos de la policía municipal y paramédicos, quieres revisaron al niño y se reportó sin lesiones, pero eso sí, se llevó un tremendo susto que jamás olvidará.
Cabe destacar que su perrito, como fiel compañero, nunca se despegó de él mientras estaba atorado en la ventana.
