Como el dicho de una pareja que fue asaltada en Chuminópolis le pareció poco creíble, la juez de control Elsy del Carmen Villanueva Segura benefició con una suspensión condicional de su proceso al supuesto atracador Marcos Antonio S. M.
A este sujeto se le impusieron las condiciones de reparar el daño por 3 mil pesos en pagos mensuales de 250 pesos; residir en un lugar determinado; frecuentar o dejar de frecuentar determinados lugares o personas; tener un trabajo o empleo, o adquirir, en el plazo que la juez de control determine, un oficio, arte, industria o profesión, si no tiene medios propios de subsistencia, y someterse a la vigilancia que determine la juez.
Denunciaron los hechos Wilma Z. y A., y Juan G. L.
Cabe mencionar que a Marcos Antonio se le vinculó únicamente por el robo con violencia denunciado por la ciudadana, es decir, sólo por una prenda de oro; por lo que respecta al efectivo que era propiedad de ambos, no se pudo establecer la preexistencia, por lo que no se tomó en consideración.
Detención ilegal
En un principio, fue declarada como ilegal su detención, por parte de agentes de la Policía Estatal.
Después de unos días de gracia, el presunto asaltante fue imputado por el delito de robo.
Este sujeto, en septiembre de 2014, fue condenado, junto con otros, por la misma juez Villanueva Segura, a 2 años y 3 meses de prisión, por otro asalto.
El 11 de julio de ese año, a las 16:00 horas, dos de ellos se introdujeron encapuchados al Cervefrío “La Barda”, ubicado en la calle 127 por 74 de la colonia San Antonio Xluch, lugar que era atendido por una mujer, a la que despojaron de dinero en efectivo y un celular, empleando un arma de fuego.
En ese entonces, Marcos era taxista y empleó un vehículo de alquiler para cometer su fechoría.
Ahora, el 23 de agosto, alrededor de las 8 de la mañana, este sujeto se encontraba en las inmediaciones de la calle 14 entre 21 de la colonia Chuminópolis, en donde también se encontraban los querellantes.
Es el caso que por medio de la violencia física los despojó de una prenda de oro que la agraviada llevaba en el cuello, así como de la cantidad de 5 mil pesos que tenía en el interior de un bulto, objetos que no fueron recuperados, pues desaparecieron luego de ser detenido por agentes de la Policía Estatal.
Lo dicho, de nada sirve que los policías se la pasen deteniendo delincuentes, si por una nimiedad el juez lo va a soltar, aunque el acusado tenga una cola más larga que la serie de José José.
