El Centro de Justicia Oral de Tekax fue el escenario para el desahogo de pruebas del juicio en contra de Heber Antonio Castillo Tun por feminicidio agravado, por su participación en el crimen de una joven en diciembre de 2017, en una casa del barrio de San Juan en Oxkutzcab, y cuyo cadáver tiró en un basurero clandestino a las afueras de esa población del sur del estado.
El desahogo de pruebas será llevado por el Tribunal Segundo de Juicio Oral, integrado por los jueces Sergio Javier Marfil Gómez (presidente), Verónica de Jesús Burgos Pérez y María del Socorro Tamayo Aranda.
El 20 de diciembre de 2017, fue hallado el cadáver de Imelda Alejandra Tziu Briceño, de 20 años de edad, en avanzado estado de descomposición y dentro de una bolsa de basura, en un tiradero clandestino de la carretera Oxkutzcab-San Antonio Kucheil.
La joven salió de su domicilio la noche del 14 de ese mismo mes para ir a ver a una amiga que llegó a esa población procedente de Tulum e irían a una fiesta en un predio del barrio de San Juan en esa misma localidad, pero ya no regresó a su domicilio.
La causa penal señala que el 14 de diciembre de 2017, alrededor de las 19:00 horas, el sujeto, acompañado de José Andrés N. T., una adolescente y otro sujeto apodado “El Chino”, se encontraban en el predio sin número de la calle 36-A entre 57 y 59 de la citada colonia oxkutzcabense.
Sacó la pistola
Castillo Tun estaba discutiendo con la adolescente, quien era prácticamente su esclava sexual, porque ella había salido del predio sin su autorización, y al preguntarle quién la ayudó a hacerlo respondió que su amiga Imelda Alejandra. Armado con una pistola, el sujeto la obligó a que le llamara por teléfono para reclamarle.
Minutos después llegó al citado predio la joven a bordo de un taxi. “Liro” salió y pagó el servicio al chofer mientras los otros individuos permanecían ocultos.
La adolescente salió por su amiga y la llevó hasta el baño, allí la fue a buscar “Chino”, quien la acercó a la recámara y la sentó sobre la cama, donde el sujeto no identificado le apuntó con un arma de fuego y Heber Antonio sacó otra pistola y disparó contra la pared para asustarla.
“Chino” guardó su arma y la sujetó de ambos brazos por la espalda, lo que aprovechó Castillo Tun para levantarle la blusa y quemarle los senos con un cigarro y luego golpearla con el arma en el abdomen. Posteriormente, le enredó en el cuello una sábana y apretó con fuerza hasta asfixiarla. Al verla caer le dio el tiro de gracia.
El Semefo determinó que la causa de la muerte de la joven fue asfixia por estrangulamiento y después de fallecida recibió disparos de arma de fuego.
