Redacción/De Peso
TZUCACAB, Yucatán.- Ni la solidaridad de los vecinos ni la intervención de policías y Protección Civil fue suficiente para evitar que un incendio acabara con el poco patrimonio de la familia Torres Gómez.
Eran como las 5 de la tarde cuando los vecinos salieron asustados de sus casas al ver una humerada en el predio de la señora Amada Gómez Góngora, de 86 años, quien comparte una humilde vivienda con su hija, nieta e hijo.
Bastaron unos segundos para que las enormes llamas se observaran a varias esquinas de distancia, por lo que los vecinos dieron aviso a las autoridades mientras que otros trataban de combatir el siniestro.
Cuando llegó la poli y Protección Civil sólo pudieron controlar el incendio y evitar que los daños sean mayores, pues en un abrir y cerrar de ojos, las llamas convirtieron en cenizas dos casitas de paja y todas las pertenencias que había en su interior.
