Redacción De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Enrique Herrera iba manejando su Yaris sobre la avenida Itzaes y no respetó la luz roja del semáforo al llegar al cruce con la 69.
Y ¡Rájale!, pues que se lo prende por la izquierda el Fiesta de doña alma Olivera, quien jalaba precisamente sobre la 69 con luz verde, y el ranazo mandó a volar al Yaris hasta tronar como sapo en la base de un semáforo, cuya cabeza fue parcialmente derribada y cayó en el pavimento.
En el Yaris iba un pasajero además del guiador, y en el Fiesta iban tres menores, hijos de la conductora, pero absolutamente nadie salió lastimado. Se pidió de ley la asistencia de las aseguradoras.