Redacción/De Peso
MÉRIDA, Yucatán.- Dos suicidios más se sumaron a las ya alarmantes estadísticas en Yucatán. El primero sucedió anteanoche en Mérida, cuando un hombre 64 años se quitó la vida porque sus familiares lo regañaron por llegar ebrio a su casa, y el otro fue en la madrugada de ayer, en Tahmek, donde un detenido alcoholizado se ahorcó en su celda.
Con estas dos muertes autoinfligidas ya van cuando menos 173 personas que se quitan la vida en la entidad durante 2018.
En el caso ocurrido ayer, alrededor de las 5 de la madrugada, agentes de la Policía Municipal de Tahmek hallaron muerto a Rusel C. C., de 30 años, en la celda donde fue recluido cuando en estado de ebriedad intentaba robar en una casa.
El sujeto se ahorcó con su ropa interior, la cual ató a los barrotes de la celda y se dejó caer para romperse la tráquea.
Los policías descolgaron al detenido y solicitaron los servicios de emergencia, pero los paramédicos sólo pudieron determinar que el sujeto estaba muerto, de modo que solicitaron la intervención de la Fiscalía General del Estado para las diligencias legales.
Se informó que Russel fue detenido la noche del viernes tras ser sorprendido cuando ebrio cometía un robo en una casa, de modo que fue llevado a la cárcel municipal, donde se quitó la vida.
El otro suicidio ocurrió anteanoche en la colonia Canto, en el sur de Mérida, y se trató de José Alberto C. C., de 64 años, quien se quitó la vida en su domicilio en la calle 109 entre 38 y 40.
Los familiares relataron al Ministerio Público que alrededor de las 6 de la tarde del viernes, don José Alberto, quien era bebedor consuetudinario, llegó alcoholizado a su vivienda, por lo que fue regañado por su hija.
Al parecer, la reprimenda deprimió al sexagenario, quien fue a encerrare a su cuarto, de modo que sus familiares no supieron nada más de él, hasta que uno de sus nietos –un niño de cinco años-, entró a la habitación y lo halló ahorcado en un hamaquero.
En su inocencia, el menor fue a avisar a sus padres de que su abuelo «estaba colgado como piñata”, lo que hizo que fueran a ver a qué se refería el chamaquito y se dieron cuenta de que José Alberto se había ahorcado.
